La yegua que hizo historia desde el Haras El Mallín dejó un legado en su paso por la reproducción que perdurará por mucho tiempo

Por Diego H. Mitagstein

Para cualquier criador tener una madre como Surf Point es un sueño; son esas yeguas que le cambian la vida a un haras, que llenan de alegría y esperanza a todos quienes trabajan a su alrededor; que desarrollan a partir de su generosidad una familia; sencillamente, una aguja en un pajar.

Para todos en El Mallín la del domingo no fue la tarde más linda de todas, pues su reproductora estrella partió hacia el Olimpo del turf después de dejar una estela de generosidad y fotos inolvidables prácticamente irrepetible. A sus 22 años, ya retirada de la cría desde hacía un par de temporadas, la zaina que era el desvelo de Antonio Bullrich y su gente dijo adiós, pero dejando un legado que, seguramente, perdurará por muchos años.

“Sin dudas que es una noticia triste, pero elijo recordarla con muchísima alegría y agradecimiento, por todo lo que nos dio y por todo lo que todavía nos a dar, a nosotros en el haras y al turf argentino en general”, cuenta el Presidente de la comisión de carreras de Palermo desde su campo de General Sarmiento, donde la yegua tendrá su última morada con respeto.

Surf Point era una hija de Louis Quatorze y la clásica Surfing (Southern Halo) que nació un 16 de octubre de 1999 en el Haras La Quebrada. Presentada por Alfredo Mihura para el Stud Moffly, y siempre con Juan Paulé en sus riendas, corrió apenas cuatro veces sobre 1200 metros. Fue tercera en el césped de San Isidro debutando a los 3 años, y desquitó rápido cuando cambió a la arena de Palermo, ganándole por 6 cuerpos a Cindy Road (Roar). A los 6 días volvió a salir a la pista y repitió, ahora sobre la peruana Belinda’s Pride (You and I), para, medio año después, despedirse con un tercer lugar.

Esa carrera fue el 30 de mayo, y el 13 de octubre ya estaba preñada de Salt Lake esperando su primera cría en El Mallín. De ese cruce nació Surf Girl, que después de ganar 2 veces volvió al haras que la vio nacer como madre, produciendo varios ganadores, incluído el placé de G3 Mavericks (Mount Nelson).

En 2005, con Intérprete, Surf Girl produjo a Sunset Beach, vencedora en Palermo y actual residente de El Mallín, donde ya dio a la placé clásica Hawaian Sunset (Hat Trick), y al año siguiente nacería Heartoftheocean (Vision and Verse), exportado hacia los Emiratos Arabes Unidos.

Vacía en 2007, Surf Point tendría en 2008 a su primer gran hijo: Lange (Aptitude), ni más ni menos que el ganador del Gran Premio Nacional (G1) de 2011. Isla Canaria llegó en 2009 fue vencedora dual, mientras que Swan Cay (Hat Trick), que nació en 2010, y se impuso en su única salida.

Como con Lange, tras 2 temporadas vacía, Surf Point produjo a su gran emblema: Puerto Escondido (Hurricane Cat), Caballo del Año, Campeón Caballo Adulto y Campeón Fondista, y que transformó a la zaina en Yegua Madre del Año y a su papi en Padrillo del Año, después de ganar los grandes premios Carlos Pellegrini (G1), Copa de Oro (G1) y Martínez de Hoz (G1), este último por duplicado.

A Puerto Escondido, actual padrillo en El Mallín y cuya primera generación se está vendiendo esta temporada, le siguieron Puerto Viejo (Hurricane Cat), el único “perdedor” de la zaga; Surfing Boy (Hurricane Cat), que ya ganó 7, incluídas 4 de las últimas 5 que corrió esta temporada; Mentawai (Remote), sin campaña y ya en la cría; Shonan (Hurricane Cat), nacido en 2018 y que aún no debutó; y Tom Blake (Hurricane Cat), el hijo final de la yegua y que llegó quinto en su estreno porteño hace 10 días…

Con el pedigree de la inolvidable Sumatra (Farnesio), velocista formidable de La Quebrada, Surf Point dejó su huella en su largo y eficaz paso por la reproducción en el Haras El Mallín, la cabaña donde murió el domingo y en la que su recuerdo permanecerá vivo por siempre. Como debe ser…