Confirmando su buena labor previa en el Fernández Guerrico, la hija de Hurricane Cat se impuso en el Clásico Paseana

Fue una tarde de confirmaciones la que se vivió el sábado sobre el césped de San Isidro en el plano clásico. Primero, Carameliza (Le Blues) dio una muestra de todo lo que puede dar quedándose con el Olavarría (G3), en la recta, y, al ratito nomás, Michelica ratificó la curva ascendente en su rendimiento con una inapelable conquista en el Paseana (G2), disputado sobre 1800 metros.

Tras dar el paso desde las condicionales escoltando a la ahora ausente Verde Pipian (Treasure Beach) en el Fernández Guerrico (G2), la reservada del Haras NYCSI se hizo inalcanzable en la delantera, construyendo ladrillo a ladrillo una gestión que la ubica en un lugar de privilegio entre las yeguas mayores en la milla y sus alrededores, dentro de una división que busca reacomodarse tras la partida de algunas de sus figuras y a la espera de algunos regresos importantes que se aproximan.

Si hay algo que le sobra a la zaina es generosidad, pues eso de jugarse adelante sin importar lo que haga el resto es una característica bien destacada. No es fácil resistir al frente en este nivel en la grama norteña, con esa subida en la parte final que ha sabido cobrarse víctimas de tono. Pero para Michelica ese es un desafío que le encanta encarar.

Tiene en Iván Monasterolo un jockey que la conoce y que la entiende, que la deja encontrar su ritmo, y ella responde de la mejor forma. En el Paseana, con suelta 1, tardó un suspiro en aparecer adelante, aunque rápido a su derecha se ubicó Cima Hechizada (Cima de Triomphe) para tratar de comprometerla.

Tras parciales iniciales moderados de 24s93/100 y 48s56/100, llegó el momento de la recta y allí la ganadora ofreció lo mejor de su parte. Ni bien estuvo frente a las tribunas sacó ventajas acelerando, en un movimiento que lo definió todo. Era el momento de las atropelladoras, pero ninguna tuvo la fuerza necesaria como para alcanzarla.

Por dentro se filtró Buena Brújula (City Banker) para ser segunda a 3 cuerpos y con pescuezo y medio cuerpo de ventaja sobre Forty Cinque (Ecólogo) y Che Silvina (Greenspring), que llegaron tercera y cuarta, respectivamente. A 1 1/2 cuerpo más terminó quinta la favorita La Validada (Valid Stripes), que amagó y amagó durante buena parte del desarrollo, pero que, a la hora de la verdad, se fue a Barajas sin previo aviso, en reprise dubitativa.

Michelica tardó 1m48s28/100 para recorrer los 1800 metros y llegar al tercer y mejor triunfo de su breve campaña, compuesta de apenas 11 presentaciones y que apenas comenzó allá por diciembre de 2020, con 3 años ya bien entrados, subiendo paulatinamente en la distancia y haciéndose cada vez más fuerte. Ese dato es trascendente, porque da la impresión de que la hija de Hurricane Cat no tendrá demasiados problemas en dar el paso hacia los 2000 metros.

A cargo de Jorge E. Teppaz, Michelicaes la cuarta cría de Doña Suspiros (Orpen), una yegua sin historia fuerte en las pistas pero que genéticamente es fuerte ya que es hermana materna del ganador clásico Qué Atorrante (Slew Gin Fizz) y de Soy Maja (Lucky Roberto), que produjo a Fantasioso (Strategic Prince), ganador de grupo aqui y en los Estados Unidos, y a La Terucca (Perfectperformance), placé de G1, todos en el pedigree de Donzetta (Aristophanes), palabras mayores del Haras Ojo de Agua.

Michelica parece que llegó para quedarse, y en el Clásico Paseana lo dejó bastante en claro.