Las apuestas digitales fortalecieron desde su cercana implementación al Jockey Club Brasileiro, duplicando sus recaudaciones 

Se sabe que la postura del gobierno brasileño respecto del Covid-19 tiene poco que ver con la de Argentina, donde se dice que se apela a la conciencia ciudadana para cumplir los protocolos establecidos pero al mismo tiempo le ponen un cepo a la mayoría de las actividades deportivas. Los balances finales (si los hubiere algún día) darán su veredicto.

En su editorial de ayer en Jornal do Turfe, Marcos Rizzon, su director, revela que estuvo el fin de semana en Río de Janeiro (vive en Porto Alegre), donde Gávea, su hipódromo, está duplicando las cifras de recaudación respecto de las primeras reuniones desde su reapertura, en mayo, en plena pandemia, gracias a los medios digitales de apuestas (teléfonos móviles y juegos en línea) que crecen sin parar. También se apuesta en algunos locales de recepción e incluso se habilitó la tribuna Social (foto de ayer), donde el público puede jugar y ver las carreras. En San Pablo, Curitiba y Porto Alegre también organizan reuniones hípicas.

Marcos, un gran amigo de los “turfistas” argentinos desde hace décadas, cuenta sobre la ciudad: “Tránsito tranquilo, shoppings con muy poca gente circulando, playas como Copacabana, Ipanema, Barra da Tijuca, Leme donde uno se puede dar un baño pero está prohibido permanecer sentado en la arena”, y multas a los que incumplen. Los bares funcionaron hasta la 1 de la madrugada el sábado; las calzadas están sucias y la gente desconfiada; hay cuatro “sin techo” por cuadra.

“El turf carioca prospera aún con escaso público (la Tribuna de Honra y los palcos, cerrados) porque firmó un acuerdo con cuatro sitios web de apuestas de Estados Unidos”, lo que califica como un gran acierto. Marcos, un gran periodista, no se queda con ese avance del Jockey Club Brasileiro que es vital para las carreras, y tras esa enumeración y luego de poner en duda que Pimper’s Paradise (Put it Back) sea el mejor caballo de Brasil al quedar tercero de Olympic Impact (Redattore) en el Grande Premio João Borges Filho (G2), cierra su artículo así: “Pero, ‘sorry’, encontré a Rio de Janeiro más triste”.

El turf (disculpas por el lugar común) no es una isla en esta situación, es cierto. Pero en Brasil dio pasos como para que la responsabilidad social y la tecnología respalden la reapertura, y así cumple con protocolos estrictos, aunque no haya público masivo en las tribunas y aunque los propietarios no puedan estar disfrutando del sujeto de su pasión cuando sale a la pista.

Son esos mismos propietarios que hace tres meses aceptaron una rebaja del 40 % en los premios con tal de que volvieran las carreras y que están gestionando que el Jockey Club Brasileiro empiece a recomponerlos, según narra João Carlos Faro, el cronista de Jornal do Turfe en Río, que detalla que las cuatro compañías de apuestas trabajando con el Jockey Club son Pari Bet, GWG Las Vegas, Xpress Bet y Elite Turf Club NV, que desde este mes están transmitiendo imágenes de las carreras y captando apuestas. Una sola de esas compañías, Xpressbet, generó en la reunión del domingo 647.000 reales, unos 122.000 dólares. Luego de que se acuerde el denominado Proceso de Desenvolvimiento del Protocolo Internacional, el juego captado por esas firmas ingresará directamente en el totalizador de Gávea. Por ahora están incluidas las apuestas a ganador, placé, exacta, trifecta y cuatrifecta.

Ante la inactividad de los hipódromos centrales en nuestro país, la hípica de Brasil ya adopta acciones que repercuten aquí: Não da Mais, último ganador del Carlos Pellegrini, fue trasladado a Francia anticipadamente según los planes de Haras Phillipson, para competir a fines de octubre. Otra consecuencia con la que se especula en aquel país, es que el jockey récord en carreras ganadas en el mundo, Jorge Ricardo, también deje la Argentina si no hay competencias pronto, con su retiro cada vez más cercano. 

Gustavo S. González