El hijo de Archipenko ratificó su dominio en la categoría venciendo por 6 cuerpos a Joy Filoso en el Clásico América (G2)

Después de su estupenda actuación en el Clásico América (G2-1600 m, césped) la pregunta surgió casi de inmediato: ¿hasta dónde será capaz de llegar Ajool? Con su sexto éxito seguido bajo el brazo, el alazán confirmó su posición como el mejor millero del momento sobre césped, aportando uno de los picos altos dentro de la jornada del Longines Gran Premio Latinoamericano (G1).

Tremendo el nivel del hijo de Archipenko y Emotif (Giant’s Causeway), que redondeó la mejor gestión de su campaña ganándole por contundentes 6 cuerpos al atropellador Joy Filoso (Filoso Emperor), mandando “al hospital” a un caballo de los kilates de El Consorte (Grand Reward), dejándolo ahora quinto.

Fue justamente este último el que salió a marcar el ritmo a toda marcha, buscando sacar de ritmo a sus rivales, quizás su característica más saliente. Sin embargo, la presión aplicada por Ajool limó sus energías rápido, haciéndolo ceder por los 400 metros.

De allí en adelante fue un verdadero festival para el pupilo de Roberto Pellegatta, que se distanció con muchísima facilidad, aventando casi al instante las esperanzas de los atropelladores por alcanzarlo. Fue Joy Filoso el que más descontó, con Hole In One (Heliostatic) quedando tercero al pescuezo; El Consorte en tanto, finalizaría a 9 1/4 largos del vencedor, todo tras 1m36s81/100, un tiempo casi 1 segundo más veloz con respecto al empleado por Tit Ruler (Roman Ruler) para imponerse en la Longines Cup.

Trabajo perfecto el de Juan Carlos Noriega con el crédito del Stud Al Adiyaat. No sólo lo conoce de las mañanas, sino que lo tiene medido al centímetro para pedirle lo necesario.

El futuro ahora podría estar en el regreso a la arena para Ajool, una superficie sobre la que salió de perdedor, pero en la que todavía no pudo medirse con los más destacados. Seguramente será en el Gran Premio de las Américas – OSAF (G1), el 1 de mayo, ese cruce, donde, de ratificar su condición actual, será un hueso duro de roer para el que raye.