El hijo de Music Van viene de terminar tercero en el Gran Premio Jockey Club y ahora se cruza con los argentinos Kennedy Road y El Inconsciente, y con el bravo Jumbo

MONTEVIDEO, Uruguay (Especial para Turf Diario).- Falta sólo una semana para el Longines Gran Premio Latinoamericano y en el Hipódromo Nacional de Maroñas ya se palpita la gran fiesta del continente. En el mientras tanto, tras un sábado de carreras comunes, el domingo el pico máximo de atención lo tendrá el Clásico Carlos Reyles (L), desafío sobre 2300 metros y en el césped para los potrillos.

Si de antecedentes se trata, la supremacía en la previa de Alan Music es gigante. Uno de los mejores de la temporada, el hijo del G1 Music Van vuelve al terreno donde en su única presentación previa fue escolta del argentino Perfect Love (Heliostatic) en el Clásico Lavalleja (L).

Ganador del Clásico Ensayo (G3), el pupilo de Nicolás Navatta viene de terminar tercero de Roundofapplause (Fortify) en el Gran Premio Jockey Club (G1), y antes había sido también tercero pero en el Gran Premio Criterium (G2).

Para el crédito del Stud La Modelo los mayores riesgos parece aportarlos el argentino Kennedy Road (John F Kennedy), que por genética debería sentirse bastante más cómodo sobre la grama que en la arena que lo vio salir de perdedor sobre 1400 metros y luego quedar cuarto del propio Alan Music a 7 3/4 cuerpos en el Ensayo. Falló en la Polla, pero en su entorno aguardan por la recuperación.

Otro ejemplar albiceleste, El Inconsciente (Fortify) no tiene puntos intermedios. O cruza adelante, como cuando abandonó la última de las categorías, o termina lejos, como cuando debutó o en ocasión de terminar décimo cuarto en la Polla de Potrillos (G1).

Habrá que especial atención a la presencia de Jumbo (Wild Event), que en esta superficie supo lograr su primera victoria y luego finalizar cuarto del mencionado Perfect Love en el Clásico Haras del Uruguay – Potrillos, a sólo 1 1/2 cuerpo. Más tarde cerró la marcha en el Clásico Criadores Nacionales (G3), pero en la arena. Su preferencia por el verde parece ser evidente.