En un exámen privado a un caballo anotado se encontró cocaína; se ajustan las medidas de seguridad

El turf argentino está en alerta. Suele ser difícil creer en manos negras, pero los sucesos que se están viviendo en las últimas semanas dan para pensar que algo está ocurriendo y que es muy difícil de controlar. Hubo ya 12 casos positivos con cocaína (9 en Palermo y 3 en San Isidro), con muchos de los mejores entrenadores de la actualidad involucrados, con el común denominador que ninguno de ellos aceptó haber aplicado nada que tenga que ver con esa droga social a sus pupilos.

Pues bien, con el dato más cercano conocido la historia empieza a entrar por carriles que tranquilizan, pero preocupan, aunque suene paradójico. Esta semana Jorge Mayansky Neer advirtió que uno de los caballos que tenía anotados para correr no estaba bien. Llamó a su veterinario y este le recomendó realizarle un estudio y, obviamente, no presentarlo por precaución. El ojo sagaz del cuidador lo salvó de un metejón como el que vivieron muchos de sus colegas, pues el caballo dio positivo de cocaína en el análisis privado al que se lo sometió.

“Se envió la muestra de plasma y orina al Cenard y el resultado que volvió no dejó de sorprendernos. La cantidad que se encontró no era alta, el caballo lo había eliminado casi todo, pero si corría y ganaba o entraba segundo daba positivo”, contó una alta fuente porteña, preocupadísima por la situación.

En el caso de Palermo, ya se han tomado algunas decisiones internas para tratar de llegar al fondo de la cuestión, aunque se sabe, no es fácil. “De la Villa Hípica ya sacamos a dos personas que tenían cocaína en su poder y a un ‘dealer’, y seguimos trabajando a fondo en materia de seguridad para tratar de que todo encuentre una solución y estas cosas no nos sigan dañando. Podríamos ir más a fondo, pero eso nos llevaría a tener que realizar una revisación muy fuerte a cada persona que ingresa a las caballerizas y preferimos, por ahora, no ocasionar semejante trastorno, que no suele ser bienvenido por la gente. Estamos muy preocupados y decididos a saber qué está pasando”, contó el hombre porteño.

Cuesta creer cuando se habla de manos negras. Si un caballo da positivo es porque algo se le dio, no hay otra. El tema es que, aparentemente, aquellos que apoyan la versión de que los entrenadores sancionados no aplicaron o no estuvieron al tanto de que sus caballos habían sido “tratados” parecen encontrar razones para fortalecer su hipótesis.

Lo sucedido en Palermo con Jorge Mayansky Neer fue importante para la investigación que se está realizando, y por supuesto, se advierte que parecen ser “muy buscados” los entrenadores exitosos. Todavía no se sabe qué está pasando, pero se entró en una etapa en la que muchas preguntas van encontrando respuestas. El turf no se puede permitir que se dañe su imagen por terceros malintencionados. Ojalá, pronto, el interrogante sea develado.