Los milleros y las milleras se prueban sobre el césped del norte; El Consorte y Linda Isabelle (foto) son candidatos

No se pide que todas las reuniones de carreras en el Hipódromo de San Isidro tengan la calidad de la que podrá vivirse este sábado, pero, ¡cómo cambia la expectativa y el ánimo del burrero cuando tiene por delante semejante panorama! Dan ganas de no perderse detalle, de que la pandemia fuera historia y poder disfrutarlo en vivo; como siempre, rodeados de gritos de aliento y de boletos.

Se puede “orejear” entre los dos años buscando a una futura estrella, bucear en otros turnos en pos de encontrar caballos que pronto se destacarán en los niveles superiores y, por supuesto, palpitar dos clásicos de primer nivel como el América (G2-1600 m, césped) y el Ricardo, Ezequiel y Ezequiel M. Fernández Guerrico (G2-1600 m, césped), el primero para todo caballo y el restante para yeguas, siempre de los 3 años en adelante.

Sencillamente imperdible será la fecha sabatina en el norte, encabezada por aquellas dos competencias, pasos trascendentes en el camino de los milleros y las milleras en la grama del norte, justo cuando se cumple un año de que la cuarentena dejó sin turf al circo del Jockey Club por siete meses.

La doble gradual la abrirá el Guerrico, donde Linda Isabelle arriesgará su condición de invicta después de una resonante conquista en el Clásico Miguel Angel y Tomás Juárez Celman (G2), sobre el césped porteño. La hija de Cityscape superó cada escollo que se cruzó en su camino con mucha calidad y aquí deberá confirmar todo lo bueno que expuso en aquella oportunidad.

No le será nada fácil conseguirlo, sobre todo, por la presencia de la notable Bamb Harlan (Harlan’s Holiday), que reprisa luego de 12 meses de inactividad, pues se despidió en esta misma carrera, hundiéndose en el barrial como una de las favoritas. Claro, antes había sido estupenda escolta ante los machos en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) o ganado carreras tan importantes como el Marcos Levalle (G2), el Manuel F. y Emilio Gnecco (G3), el Los Criadores (G2), el Benito Villanueva (G2) a los muchachitos o el Francisco J. Beazley (G2) cuando era potranca…

Después de quedarse con el Clásico Frari, A Media Luz (Exchange Rate) fue buena tercera en el mencionado Juárez Celman y ahora competirá por primera vez sobre la grama del norte con la aspiración de tomarse desquite de Linda Isabelle.

Con el empuje de la juventud, llegan entonadas desde las condicionales las 3 años Kollen (Orpen) y Son de la Negra (Portal del Alto), y descuidarlas puede terminar siendo un “sacrilegio”.

El Clásico América, en tanto, ubica a El Consorte (Grand Reward) en una posición ideal después de terminar segundo en el Horacio Bustillo (G2) del ahora ausente Strategos (Zensational). Especialista en el césped, el zaino del Stud Urquiza intentará unir ambos extremos con suceso y su objetivo es más que posible, más allá de la presencia de Moscato Pizza (Sixties Icon), otro puntero firme.

El tres años Seteado Joy (Fortify) saltó a la fama ganando el Juvenile (G1) de las Estrellas en 2020, para luego ser segundo a nada en la Polla de Potrillos (G1). De últimas segundo en el Clásico Ultrasonido, será un hueso duro de roer establecido definitivamente en la media distancia.

El otro ganador de G1 de la nómina es Hole In One (Heliostatic), al que le ha costado más de la cuenta volver a ser peligroso después de quedarse con el Gran Premio San Isidro. Pero ante tan buen caballo, sólo puede aguardarse una recuperación.

La atropellada de Joy Filoso (Filoso Emperor) es un riesgo para el más mentado siempre y el ascenso de Don Jilguero (Cityscape) le permite ser considerado una sorpresa probable.