Ricardo y Nicolás Benedicto sufrieron la enorme decepción por la lesión de Il Mercato, pero ganaron el Lerena (G1) de Palermo

Dicen que un clavo saca otro clavo, y, llevando la cuestión a la materia hípica, algo por el estilo habrá sido la sensación que sintieron Ricardo y Nicolás Benedicto después de ganar el Gran Premio Gilberto Lerena (G1-2200 m, césped) con American Song, en la gran tarde de Palermo.

Padre e hijo habían tenido que digerir unas horas antes la pésima noticia sobre la lesión de Il Mercato (Not for Sale) en los Estados Unidos, donde el campeón del último Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) tiene su campaña en riesgo tras lastimarse un tendón (leer nota aparte).

Esa espina que se clavó profundo en el corazón de ambos, habrá tenido alivio con otra gestión generosa de una de las yeguas insignia de Rubio B. como American Song, que, en una pista que “adora” desparramó garra y calidad para llevarse la versión 2019 del Lerena. No entregarse fue la clave para la zaina, que batalló todo el derecho para quedarse con la copa apoyada en el rigor del látigo brasileño José da Silva, quebrando en los tramos finales la disparada de City and the Sex (Equal Stripes) para batirla por medio cuerpo, con Irisa (Pure Prize) completando la trifecta en otra gestión positiva.

American Song, que venía de imponerse bajo idénticas circunstancias en el Clásico Apertura (G3), va mejorando con la madurez lógica del paso del tiempo y ahora aguardará con los dientes afilados el Gran Premio Criadores (G1), tratando de visar su pasaporte hacia el Breeders’ Cup Distaff (G1) de noviembre en Santa Anita Park.

Párrafo final para American Whisper (Quiet American), vientre de la ganadora, que ahora tiene tres titulares de G1 en su producción. Fenomenal.