El caballo argentino cambió de cuidador y de dueño tras su mala actuación en Churchill Downs, Estados Unidos

LOUISVILLE, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Tiempos difíciles para American Tattoo en las pistas de los Estados Unidos. Alejado de las luces hace ya varios meses, el caballo argentino fue este domingo pobre cuarto en un claiming sobre la arena de Churchill Downs. De valer millones, ahora fue reclamado en US$ 50.000 por el preparador Norm W. Casse y desde ahora ya no correrá para Calumet Farm y el Stud Juan Antonio, sinque lo hará para Justin Nicholson. Casi, casi, una ofensa.

De ganar la Polla de Potrillos (G1) en Palermo y sembrar expectativas gigantes, el hijo de Not for Sale se fue diluyendo en sus ilusiones con el paso de los meses, naufragando entre malas decisiones (corrió distancias larguísimas y con vareos fuertes) y rivales de todos los colores. Sobre 1100 metros y en un fangal, terminó ahora a 11 1/2 cuerpos de Unmoored (Midshipman) e iniciará una nueva etapa, quizás, hasta pueda volver a soñar.

No son muchos los casos de ejemplares argentinos o sudamericanos que hayan sido reclamados, por la cifra que sea. Se lo recuerda a Tapatío (Candy Stripes) deambulando por la categoría antes de volver a sus tierras, y algún que otro caso. No son muchos, por suerte.

American Tattoo cambia de rumbo, de cuidador y de propietario manteniendo arriba la idea de aquella frase del boxeo que dice que los campeones siempre tienen una última gran pelea. ¿Podrá tenerla?