El látigo estuvo brillante como siempre para guiar al 10 años estadounidense al triunfo en el Clásico Aristeo, en Monterrico

Por Néstor Obregón Rossi

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).- La clase mata al tiempo, reza un dicho muy hípico. Y este cae a pelo en la dupla formada por Amir Beirut (USA-Modigliani) y Edwin Talaverano, dos titanes que unieron su talento en el primer gran final del 2021, cuando definieron con alma, corazón y vida el Clásico Aristeo (1000 m).

Ellos ya se conocían de algún tiempo. La estadística oficial muestra que del medio centenar de actuaciones, Amir Beirut había tenido como partner a Talaverano en seis ocasiones (antes de la de hoy), la mitad de ellas terminando en triunfo.

Este lunes fue la séptima vez que unieron esfuerzos y el resultado fue un final intenso, con derroche de calidad por parte de ambos, para voltearle la carrera al puntero Parc (Meal Penalty), un caballo que había salido de las carreras del handicap alto para intentar la suerte en el campo clásico. Con Trujillo en la montura, el pupilo de Alfonso Arias salió rápido, manejando la carrera con autoridad.

Incluso pareció disfrazarse por momentos del gran favorito Iluminato (Awesome Again), que era el llamado a tener el control de la competencia en virtud a sus grandes ligerezas, pero esta vez no salió tan veloz y pese a los esfuerzos de su jinete, jamás pudo quitarle la punta a Parc en ningún tramo de la carrera.

Así, con el de Trujillo adelante corriendo por el lado más liviano de la cancha, la cosa parecía a su favor, pero Amir Beirut, en derroche de nobleza, fue cercándolo de a pocos y a falta de 200 metros se le puso a la par, entrando en una definición junto a su elegante caballero en sillín.

Talaverano usó la fusta para no dar por perdida la carrera y Amir Beirut entendió que había trabajo por hacer. Se fue sobre Parc que, demandado por Trujillo, buscó no ceder nunca. El veterano lo quebró y cuando parecía que se cortaba como claro dominador, el hijo de Meal Penalty regresó a la carga, avanzó y le llegó a media cabeza, dándose el lujo de –a sus casi 10 años– bajar los 57s. Iluminato, un par de cuerpos detrás, tuvo que resignarse al tercer lugar.