Sin suert een el sorte, la jockey argentina no pudo marcar puntos; la australiana es la segunda mujer en imponerse en el torneo

Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Riyadh, Arabia Saudita)

RIYADH, Arabia Saudita.- “Fue el momento cúlmine de mi carrera, pero me quedé con un poco de bronca porque no tuve suerte ni en el sorteo con los caballos ni en la primera de las carreras, donde me chocaron y casi termino en el piso”, cuenta Andrea Marinhas, la argentina que este viernes representó al turf sudamericano en la tercera versión del International Jockey Challenge (IJC), el entretenido torneo de jinetes que forma parte del mitín de la Saudi Cup.

Con Andrea masticando bronca, en el otro extremo estaba la sonrisa gigante de la australiana Caitlin Jones, que terminó llevándose la copa al sumar 25 puntos al cabo de las 4 carreras que formaron el menú, 3 por delante del dominicano Joel Rosario, que terminó segundo.

Marinhas montó a Aenan Alaezm (Aesr Almamlakah) en el primero de los turnos, y fue en sus riendas donde la pasó mal. Bajó blanca y casi llorando de la montura del zaino, apretado fuerte al promediar la recta. Tanto fue el estorbo que la jockey terminó casi colgada del pescuezo y ciertamente no rodó de milagro. La situación le provocó un golpe en la nariz y sanciones para sus colegas.

En el segundo pase del IJC se dio un momento realmente emotivo, con la leyenda australiana Glen Boss cruzando el disco adelante en las riendas de Raaed (Dark Angel). Ocurre que el jockey salió de su fresco retiro para ser parte de la fiesta, y terminó dibujando un éxito muy festejado. Para Marinhas, la historia allí terminó con un décimo puesto sobre Emblem Star (Take Charge Indy). En esta prueba corrió el caballo argentino Talento Puma (Equal Talent), espantoso de estado y anteúltimo a la postre.

Caitlin Jones se quedó con el tercer turno sobre Koheylan Alkheil (Official Visit) y todo terminó de definirse en el cierre, donde Joel Rosario se apuntó el éxito con Mostawly (First Defense), consagrando a la australiana. Marinhas, en tanto, fue octava en ambas competencias, quedando sin puntos, pero guardando para sí un recuerdo inolvidable.