El jockey fue fundamental en el triunfo del zaino en la Polla de Potrillos platense y le dio todo el crédito a sus propietarios por asumir el reto de saltar de 1000 metros a la milla en dos semanas

LA PLATA.- Festejó grande Aníbal Cabrera en las riendas de Hit Tifón cuando el zaino cruzó adelante el disco del Clásico Polla de Potrillos (G3). Hombre del “riñón platense”, afincado en la ciudad de las diagonales, merecía tanta alegría la victoria que alcanzó y que tuvo como “valor agregado” lograrlo con un ejemplar criado por el Haras Firmamento, la cabaña de la que es monta cuando presenta Adrian Reisenauer las piezas que prepara en Villa Elisa.

El jockey fue generoso de arranque con los conceptos cuando Daniel Sinegub lo entrevistó con el micrófono sureño, quitándose todo tipo de “responsabilidad” y dándole todo el crédito a los propietarios del hijo de Hit It a Bomb: “Venía de ganar 1000 metros en 58s y en muy pocos días el patrón quiso anotarlo en la Polla, sobre lo que la mayoría del equipo no estábamos de acuerdo. Pero los pingos como este superan todo y la verdad que muy pocos son los caballos capaces de hacer algo como lo que hizo Hit Tifón. Por eso se lo dedico a ellos, que tuvieron toda la confianza y el entusiasmo de animarse en una carrera tan dura como esta”.

El jinete de Dona Bruja (Storm Embrujado), Suker (Fortunate Joe) y Señor Don (Señor Candy), que hacía unos días nomás hablía logrado la victoria número 1400 de su campaña, sumó luego: “Que Hit Tifón haya sido criado por Firmamento me trajo una doble emoción, por supuesto. La idea era tratar de amansarlo, que pudiera venir tercero o cuarto; largó para correr adelante, pero por suerte lo pude tranquilizar y tomar una posición buena para ir avanzando de a poquito, de a poquito, sin pelearlo enla boca porque se podía enojar e irse para adelante. Pero gracias a Dios se le dio. Le quiero agradecer a Abel Saavedra por la confianza”.

Cuando se consultó a Cabrera sobre cómo veía a Hit Tifón para asumir las mayores distancias que deberá enfrentar en el proceso selectivo, explicó: “Pocos potrillos pueden saltar de 1000 a 1600 metros en tan pocos días. Remató bien, corrió en todos lados y tiene un buen futuro”.

El hijo de Hit It a Bomb realizó una hazaña de la que no se recuerdan antecedentes, y Aníbal Cabrera tuvo gran parte de la culpa ante semejante actuación. Para el jockey fue la ratificación de una temporada que viene siendo muy positiva para él, con 61 discos sobre 497 carreras disputadas, rindiendo y corriendo parejo en las tres pistas principales. Sin dudas, un premio a su sobriedad habitual, por las mañanas y por la tarde.