Con el hijo de Galileo el preparador sumó su séptimo triunfo en el Epsom Derby (G1)

EPSOM DOWNS, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- En su carrera interminable por batir todos los récords que pueda, Aidan O’Brien escribió otra página de gloria. La atropellada fuertísima de Anthony Van Dyck en la subida de Epsom fue implacable para quedarse con una nueva versión del Epsom Derby (G1-2400 m, césped) y entregarle a su cotizado preparador el séptimo trofeo en el “Classic” más importante de cada temporada en terreno inglés.

Como antes con Galileo (Sadler’s Wells, 2001) -padre del nuevo héroe-, High Chaparral (Sadler’s Wells, 2002), Camelot (Montjeu, 2012), Ruler of the World (Galileo, 2013), Australia (Galileo, 2014) y Wings of Eagles (Pour Moi, 2017), O’Brien igualó la línea de sus colegas Robert Robson, John Porter y Fred Darling como el cuidador con más victorias en el ilustre historial del Blue Riband.

Uno de los máximos candidatos en la previa, Anthony Van Dyck avanzó desprolijo pero a toda velocidad de los 300 metros al disco, empujado con alma y vida por Seamus Heffernan -tanto que luego recibiría una suspensión por conducción peligrosa-, cambió violentamente de carril hacia adentro y se adueñó del triunfo prácticamente sobre el disco, postergando por cabeza, hocico y hocico a Madhmoon (Dawn Approach), Japan (Galileo) y Broome (Australia), con el favorito Sir Dragonet (Camelot) cruzando la meta quinto ahí nomás y Telecaster (New Approach), otro de los máximos candidatos, cerrando la marcha.

Anthony Van Dyck, cuya madre es la ganadora clásica Believe’N’Succeed (Exceed and Excel), que ya había producido a Bounding (Lonhro). campeón sprinter en Nueva Zelanda, ahora podría ir al ataque por el Irish Derby (G1), en The Curragh.