El preparador brasileño alcanzó el 1-2 en el Latinoamericano y también se quedó con la Longines Cup

Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Montevide, Uruguay)

MONTEVIDEO, Uruguay (Especial para Turf Diario).- Díficil se le borre por varios días de su rostro la sonrisa a Antonio Cintra, sin duda alguna, la gran figura entre los profesionales que tuvo la fantástica jornada de domingo el Hipódromo de Maroñas. El entrenador domina en su rubro prácticamente desde que desembarcó aquí, pero la hazaña de haber alcanzado el 1-2 con Aero Trem (Shanghai Bobby) y Atlético El Culano (Alcorano) en el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) y de dar la sorpresa en la Longines Cup Clásico Uruguay (G3) con Demi Moore (Agnes Gold), rompió todos los moldes.

Lo de la yegua fue estupendo para cortar la disparada de la argentina Escabiar (Portal del Alto) y sacarse la foto soñada en la carrera complementaria de la serie continental, pero con los caballos en el Latino prácticamente podría decirse que frotó la lámpara.

“Me quedé muy tranquilo cuando ensillé a los caballos y los vi impecables. Es un resultado muy importante para todo  nuestro equipo, pero más que cualquier otra cosa para el turf uruguayo; es una gran emoción la que estoy sintiendo”, soltó entre sus primeras declaraciones.

Cintra, que encabezó la misión local a Dubai en el último Carnival y que repetirá la experiencia en 2022, sumó luego: “Aero Trem ya ganó 5 G1 y estaba seguro que iba a llegar a los 2000 metros. No nos preocupó el trabajo que hizo y en el que Atlético El Culano lo dejó muy lejos, porque lo conocemos y son dos caballos muy diferentes. Estaba seguro que iba a ser fuertes”.

El profesional le adjudicó mucho crédito al jockey Vagner Leal, al que consideró de “Clase A”. “Lo único que le dije a mis dos jockeys era que no se apuraran, que el disco estaba donde siempre, que la carrera empezaba en los 1200 o 1100 metros. Por supuesto que el 1-2 era soñado, pero estar en la definición era algo a lo que aspirábamos”.