El hijo de Mayson estuvo intratable para quedarse con el King’s Stand Stakes (G1) de Royal Ascot, sobre el kilómetro

BERKSHIRE, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- La vuelta a la actividad del campeón Battaash acaparaba la atención en la previa del King’s Stand Stakes (G1-1000 m, césped bueno) de este martes en Royal Ascot. Sin embargo, sus muchísimos fanáticos no pudieron volver a gritarlo con todas las ganas, a pesar de que amagó lindo con repetir su victoria de hace 12 meses en aquella prueba.

Pero el veterano sprinter de Shadwell se cansó en las dos cuadras finales y le cedió todas las fotos a otro referente de la corta europea como Oxted, que definió todo con una solvencia llamativa ante un lote realmente muy exigente.

No es una novedad que el hijo de Mayson y Charlotte Rosina (Choisir) sobresalga en la división, y si para muestra basta un botón entonces alcanzará con recordar que allá por la mitad de 2020 se alzó con la tracedente July Cup (G1) de Newmarket, ante Sceptical (Exceed and Excel), Golden Horde (Lethal Force), Hello Youmzain (Youmzain) y Equilateral (Equiano), entre otras figuras.

Si bien este almanaque no había conseguido todavía vencer, ni en su paso por Arabia Saudita ni en sus dos labores previas en Newmarket y York, parece que sí le sirvieron para terminar de ponerse a punto, porque ahora demolió literalmente a sus adversarios.

Con Roger Teal encargado de su preparación y dándole al joven pero consolidado Cieren Fallon su primer gran triunfo en Royal Ascot, Oxted superó por 1 3/4 cuerpo al sorprendente Arecibo (Invincible Spirit), al tiempo que un pescuezo más atrás el trotamundo Extravagant Kid (Kiss the Kid) se llevaba un más que meritorio tercer lugar.

Ahí nomás, a medio largo, Battaash reprisaba volando algo más bajo de lo esperado. Saltó en gran forma y durante buena parte del desarrollo dio la sensación de que el favorito conseguiría su objetivo. Pero cuando quedó adelante y Jim Crowley comenzó a empujarlo, perdió fuerza. Tras una larga inactividad, y aunque ya veterano, será mejor volver a verlo en acción para sacar conclusiones sobre qué puede depararle el futuro.

“Es un sueño hecho realidad, un G1 en Royal Ascot… Todo el crédito va para el equipo de Oxted, que hizo un gran trabajo con el caballo. La verdad que ha sido una bendición poder correr un ejemplar así. Nuestro desarrollo fue perfecto y a pesar de que venían galopando firme nunca entramos en pánico. Ahora demostró que aquella victoria en la July Cup no fue una casualidad, que es un caballo de G1”, resumió el joven jockey, eufórico ante su primera gran conquista al cabo del mitin real.

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