La hija de Señor Candy se quedó este domingo con el Clásico Orbit (L), en San Isidro

Sobre un barrial, la cuatro años Bless Candy le dio un toque de calidad a su campaña ganando el Clásico Orbit (L-1400 m, arena), pase central del deslucido programa que ofreció el Hipódromo de San Isidro, mayormente integrado por carreras para caballos veteranos, limitados y en distancias cortas.

En todas estas semanas desde el regreso de la pandemia, se han visto varios casos de ejemplares a los que el parate les cayó de mil maravillas, permitiéndoles acomodarse desde lo físico o madurar. Pues bien, el de la hija de Señor Candy y The Vision (Vision and Verse), no parece haber sido el caso, pues antes de que se suspendieran las carreras por el Covid-19 ya había mostrado síntomas de mejora; en todo caso, los casi 8 meses que pasó sin competir le ayudaron a afianzarse.

En el Orbit, con William Pereyra en sus riendas, la reservada del Stud Pergamino dominó de principio a fin, aferrándose a la cancha interna brava y manteniendo a raya durante todo el derecho a Cortinera City (Cityscape), a la que molestó cuando se abrió por los 450 metros y que terminaría a sólo medio pescuezo en el cierre. A nada estuvo la ganadora de echar por la borda su generoso trabajo por una incorrección; incluso debió superar el doble reclamo que interpusieron los jockeys Wilson Moreyra e Iván Monasterolo, que montaron a Cortinera City y de De Beauvoir, respectivamente. A 1 cuerpo, De Beauvoir (Interaction) completó la trifecta, todo tras 1m23s91/100.

Presentada por Dionisio Oliveira, Bless Candy lleva tres triunfos al cabo de sus últimas 4 apariciones y cinco por total, todos conseguidos sobre 1400 metros. Da la sensación de que todavía tiene más por dar, aunque resulta inevitable pedirle llegar a la milla con la misma potencia, pues allí se resuelve el liderazgo de la división.