La hija de Señor Candy atraviesa por un momento óptimo y enfrenta ahora una carrera con sus bemoles

Al tradicional miércoles de carreras en el Hipódromo de San Isidro no le sobrarán luces. La carrera que no es para caballos veteranos sin mayores porvenir, se enmarca dentro de la categoría alternativa, un nivel bajísimo que después la buena recaudación que se conseguirá (ya a esta altura es imposible negarlo) tapará.

Entre tanta prueba que en otros tiempos -no tan lejanos, por cierto- ni siquiera se asomaba por pistas como la del Jockey Club o la de Palermo, se destaca un handicap bastante atractivo, por suerte. Se trata del Perrier, en recuerdo del hijo de Persimmon y Amphora que fue criado y perteneció al Rey Eduardo VII de Inglaterra y al que el Haras El Pelado, con Jorge de Atucha a la cabeza, importó para padrillo hacia la Argentina en 1910.

En esa función no fue el más destacado, logrando una novena posición en la estadística de 1921; sin embargo, el zaino sí sobresalió como abuelo materno, encabezando los rankings de 1931 y llegando segundo un año antes detrás de Saint Wolf (St. Frusquin). Perrier fue exportado a Brasil en 1924, donde terminó sus días.

Después de repasar un poco la historia, que nunca está de más, por cierto, habrá que adentrarse en el análisis del handicap, previsto sobre 1400 metros en la arena y para yeguas desde los 4 años en adelante. Como candidata aparece Bless Candy, que no por casualidad llevará el peso máximo de 59 kilos.

La hija de Señor Candy está en un momento de rendimiento óptimo, tal como lo ratificó hace unas pocas semanas sobre el césped de Palermo, perdiendo por apenas la cabeza ante la experimentada Royal Vision (Pollard’s Vision) en el Clásico República Oriental del Uruguay (G3). Antes ganadora aquí del Clásico Orbit (L), parece un hueso duro de roer.

Con la chaquetilla de La Quebrada, la rendidora Pura Diabla (Endorsement, 58) tratará de ponerla en aprietos. Bastante sólido viene siendo el andar de la alazana, que luego de quedarse con el Handicap Empeñosa fue segunda en el Clásico Día de la Soberanía Nacional y en el Handicap Farsalia. Salta por primera vez en su campaña a los 1400 metros y allí radica el mayor interrogante sobre su presencia. Calidad tiene de sobra.

Después de tropezar sobre el césped al finalizar sólo sexta en el Clásico Melgarejo (L), para Honey Honey (Heliostatic, 55) el regreso a la tierra puede ser la punta del iceberg para su recuperación. En parecida línea aparecen Cortinera City (Cityscape, 55), distanciada tras escoltar a Bless Candy en el Orbit desde cerca, y Humorada Lírica (Sidney’s Candy, 55), entonada por un buen triunfo cercano. Por sus tabuladas, habrá que mencionar a North France (Seattle Fitz, 58), porque es mejor que todas en plenitud.