Valiente, la yegua argentina ganó el Locust Groove Stakes (G3) y piensa en el Distaff…

Calidad le sobra a Blue Prize; y coraje también. En una ratificación de su consistencia, la notable yegua argentina volvió este sábado a Churchill Downs para sumar un nuevo triunfo importante en los Estados Unidos y empezar de la mejor forma el camino que, si todo sale bien, la depositará el 3 de noviembre próximo en el Breeders’ Cup Distaff (G1), justamente, en la arena bajo las torres gemelas de Louisville que tanto le fascina.

Si el panorama le es favorable, la hija de Pure Prize hace las cosas bien; si no lo es, como ocurrió en el Locust Groove Stakes (G3-1700 m, US$ 100.000), también. La distancia no era la idea para su poder más de fondista que de velocidad en la media distancia, y esa era la principal preocupación de Ignacio Correas (h.), su entrenador.

Más todavía parecía complicarse la historia ante un escenario sin ritmo al frente, que la obligó a moverse al son de la banda desde la partida, con el brillante jockey francés Julien Leparoux tratando de serenarla y esperando que alguna de sus rivales aplicara algo de “paso”. No sucedió, y Blue Prize corrió casi a la par de Streamline (Straight Line) bajo parciales de 24s53/100, 48s96/100 y 1m13s46/100.

Leparoux sabía que tenía la mejor yegua, y también que si a Blue Prize no le ganaban el golpe de velocidad, superarla en la recta, donde su capacidad para galopar explota, sería casi imposible. Y así fue, movió el jinete en el codo, la alazana del Merriebelle Stables pasó al frente y se aprestó a contener a cualquiera que quisiera desafiarla.

Presta apareció en escena Champagne Problems, que se le puso a la par, la amuró contra los palos y trabajó duro para torcerle el brazo. Sin embargo, la enemiga no podría con la gran favorita, que batalló a fuerza de corazón para establecer una nariz de ventaja en el disco, con Mannerly (Unbridled’s Song) en tercero, pero a otros 6 1/4 cuerpos.

“No está acostumbrada a correr tan sobre la carrera como lo hizo esta vez. Sabíamos que no habría demasiado ritmo, pero también sabemos a le encanta esta pista. Es un buen primer paso para nuestro objetivo de dar pelea en el Distaff, que se correrá aquí, una gran noticia. Nos da mucha esperanza su nivel y las condiciones que tendrá, aunque será durísimo. Ahora veremos cómo diagramamos su futuro, si corremos en Keeneland el Spinster Stakes (G1) y si la preparamos directamente para noviembre”, contó un muy feliz Ignacio Correas, que a punto estuvo de dar doblete con Ready and Rich (Super Saver), el dos años de Diane Perkins y su Wimborne Farm que perdió por el hocico bien temprano, en un bravo maiden special weight.

Leparoux, por su parte, contó: “Si bien la había montado ya de mañana, era la primera vez que me subía a Blue Prize en carrera. Por suerte se relajó mucho siempre, trayendo mucha acción. Sin dudas tiene muchísima clase”.

Abel Tasman (Quality Road), Elate (Medaglia D’Oro) y la espectacular potranca Monomoy Girl (Tapizar) son algunas de las adversarias que tendrá Blue Prize cuando dentro de poco más de un mes intente repetir las hazañas de Bayakoa (Consultant’s Bid) y Paseana (Ahmad) en una carrera que los argentinos siempre ven con tanto cariño como el Distaff.

Con tres victorias clásicas en fila, recibiéndolas a todas en “su casa”, Blue Prize alimenta la ilusión de que el turf nacional tenga otra tarde maravillosa. Podrán ganarle, pero ella se encarga de dejar en claro siempre que tendrán que dejarlo todo para conseguirlo; si es que lo consiguen…