La yegua argentina volverá a su pista preferida este sábado en su camino hacia el Breeders’ Cup Distaff

La ilusión del turf argentino y sudamericano de conseguir un nuevo triunfo de grado en los Estados Unidos tendrá “nombre y apellido” el sábado próximo. La argentina Blue Prize volverá a la arena de Churchill Downs para correr el Locust Groove Stakes (G3-1700 m, arena, US$ 100.000 en premios), como el inicio de su etapa final de preparación hacia el Breeders’ Cup Distaff (G1) de noviembre próximo.

Tremenda la campaña que viene cumpliendo la hija de Pure Prize allí en manos de Ignacio Correas (h.), el preparador que cada día luce más firme, con mejores caballos en su stud y sueños grandes para el último trimestre de la temporada.

“Está muy bien y será una linda carrera para volver a la competencia… No hay clásico fácil en ningún lugar del mundo. Quizás el mayor interrogante pase por la distancia, ya que sobre 1700 metros se hace diferente a cuando son 1800, es otra velocidad. Queremos llegar con la yegua en su mejor forma al Distaff y ese es nuestro objetivo”, cuenta Correas, ya instalado en Churchill Downs y que el mismo día también presentará al 2 años Ready and Rich (Super Saver), uno de los candidatos para la segunda carrera.

Blue Prize corre mucho bajo las torres gemelas de Louisville, fue allí donde ganó por demolición el Falls City Handicap (G2) y el Fleur de Lis Handicap (G2), en su última salida y cuando clasificó para la serie más importante del mundo. Su otra labor en esa cancha la vio terminar segund debutando.

Será casi segura favorita la alazana del Merriebelle Stable LLC, que por primera vez será conducida por el francés Julien Leparoux, sin dudas, uno de los mejores y más inteligentes jockeys en los Estados Unidos. Su lugar de partida será el 3.

¿Cuáles son sus principales rivales? Pues bien, Tiger Moth (Street Sense) no es un canto a la regularidad, pero le sobra experiencia y categoría.Ya vio de lejos a la argentina en el Falls City Handicap, cuando terminó segunda, y corrió poco en su última gestión, quedando sexta en el Shuvee Stakes (G3) de Saratoga, pero los caballos buenos no se olvidan de correr.

Streamline (Straight Line)arrancó bárbaro el 2018, con triunfo en el Bayakoa Stakes (G3) incluído. Sin embargo, se fue diluyendo con el correr de los meses. Viene de ganar una condicional, pero en el Fleur de Lis llegó a una cuadra de Blue Prize…

Sailor’s Valentine (Mizzen Mast) se repartió en arrimes condicionales y clásicos menores, pero resulta imposible pasar por alto que en 2017 alcanzó una consagratoria victoria en el Central Bank Ashland Stakes (G1) de Keeneland.

En ascenso viene Champagne Problems (Ghostzapper), que viene de imponerse en el Groupie Doll Stakes (G3) de Ellis Park, por 3 1/4 cuerpos. El lote de 9 participantes lo completan: Dutch Parrot (Eskendereya), Pinch Hit (Harlan’s Holiday), Mannerly (Unbridled’s Song) y Pacific Pink (Broken Vow).

El Locust Groove Stakes comenzó a correrse en 1982 y nunca un ejemplar sudamericano pudo terminar adelante. Blue Prize tiene una buena oportunidad de quebrar esa racha negativa y de tomar más confianza aún hacia el gran desafío que tendrá a principios de noviembre. Todo va más allá de una derrota o de una victoria, la historia pasa por llegar al objetivo final al ciento por ciento, para darle pelea a las mejores.