El zaino se tomó revancha de Ranfañoso y lo superó por 3/4 de cuerpo en el domingo de San Isidro

Nunca, jamás, en la historia del turf mundial habrá sucedido un caso similar al que se dio en el Clásico Raúl y Raúl E. Chevalier (G2-1400 m, césped), la prueba que este domingo marcó el comienzo del proceso selectivo grande para los potrillos en el Hipódromo de San Isidro.

Con la misma chaquetilla (la del Haras Pozo de Luna) y el mismo entrenador (Alfredo Gaitán Dassié, aunque presentado por su hijo Nicolás), Boecio repitió la hazaña de Suggestive Boy (Easing Along), su padre, y salió de perdedor en aquella competencia. Si usted, amigo lector, encuentra alguna coincidencia previa, será “condecorado”.

Boecio venció ahora por 3/4 de cuerpo al mismo Ranfañoso (Cima de Triomphe) que lo había superado por 2 1/2 largos cuando ambos debutaron en idéntica superficie y distancia el 10 de marzo último, evidenciando progresos que son la más clara evidencia sobre las razones que llevaron a su preparador a ratificarlo en el Chevalier pese a su condición de perdedor.

Juan Cruz Villagra leyó a la perfección el desarrollo, dejando al nieto de Distorted Humor último durante la mayor parte del tiempo mientras Bolt Cat (Hurricane Cat) hacía la punta. Ya en el derecho, mientras pegado a los palos Ranfañoso iba dominando al líder con cierta “incomodidad”, el jockey rápidamente prefirió ir por la mitad de la pista con Boecio que, cuando arrancó, fue imparable.

Parte de la primera generación de Suggestive Boy, Boecio repitió la hazaña del campeón y trepó varios escalones juntos en el incipiente ranking de potrillos hasta quedar al tope del mismo. Punto para el zaino y punto para su preparador, que sabe perfectamente lo que son capaces de dar sus créditos y ya convirtió en algo que parece sencillo sacar de perdedor en un clásico a uno de los suyos…