La reservada de Firmamento, única potranca del lote, apabulló de punta a punta a los machos y mantuvo su invicto

Los seguidores de la máxima hípica que dice que las hembras son más veloces que los machos estuvieron de parabienes este domingo en el Hipódromo Argentino de Palermo donde Bomb Juliette, la única potranca del lote, hizo añicos las ilusiones de los potrillos en el Clásico Carlos Pezoa (1000 m, arena), el primer cruce de velocidad plena importante para la generación nacida en 2019.

La reservada del Stud-Haras Firmamento había ganado en su estreno hace poco más de un mes con bastante solidez, pero ahora, ya libre de las cuestiones propias de la inexperiencia, mostró una versión mejorada, aumentada, y que la proyecta como un nombre bien interesante para la división en distancias cortas. Con Martín Valle reemplazando a Rodrigo Blanco en sus riendas, la zaina que tiene una ancha lista blanca en su cabeza tomó la delantera con mucha facilidad apenas se abrieron los partidores, sacó temprano un par de cuerpos y después fue ampliando paulatinamente su ventaja.

El disco la terminó encontrando con 4 largos de ventaja sobre el outsider Al Altísimo (Angiolo), mientras Marshallico (Master of Hounds) completaba la trifecta a medio largo. En otro bache de su campaña, el favorito Monteviejo (Portal del Alto), ocupó el cuarto lugar a 7 1/2 cuerpos de la ganadora, con Señor Artista (Señor Candy) y el pampeano Tex for Sale (Nashville Texan) también volando mucho más bajo de lo previsto. Cántaros Song (Alcindor) cerró la marcha, todo en 55s59/100.

Bomb Juliette es la tercera cría de la ganadora de G3 Top Juliette (Giant’s Causeway), ya madre del generoso Roman Julius (Roman Ruler) y hermana materna de la G1 Giuliet Seattle (Seattle Fitz), la G3 Luisina Halo (Louis Quatorze), el ganado Clásico Julius Henn (Hennessy) y el placé de G1 Julius Top (Giant’s Causeway).

Bomb Juliette fue muy superior en el Clásico Carlos Pezoa y en el horizonte cercano del primer semestre aparece ya el Clásico Estrellas Junior Sprint (G3) de fines de junio en el césped del Hipódromo de San Isidro, una superficie que todavía desconoce pero sobre la que su padre forjó su campaña.