Charlie Johnston, entrenador del fondista, cree que todavía es uno de los mejores fondistas del mundo y en llevarse un triunfo la próxima semana en el Longines Red Sea Turf Handicap (G3), en Arabia Saudita

RIYADH, Arabia Saudita (Especial para Turf Diario).- Si bien su nombre puede asociarse con el de campeones como Shamardal (Giant’s Causeway), Double Trigger (Ela-Mana-Mou) o Attraction (Efisio), el entrenador Charlie Johnston es el primero en admitir que caballos como Subjectivist no suelen verse a menudo

El hijo de Teófilo amagó con ser dominador entre los stayers en Europa cuando durante 2021 emergió ganando la Gold Cup (G1) en Ascot, cuando aún estaba a las órdenes de Mark, su padre, pero, desafortunadamente, una seria lesión en una pata lo sacó de las pistas desde entonces.

Sin embargo, después de un largo proceso de rehabilitación, el dos veces ganador de G1 está de regreso y Charlie, ahora el único titular de la licencia, está emocionado de tener a su estrella lista para correr en el Longines Red Sea Turf Handicap (G3), con 2,5 millones de dólares en premios y parte importante de la jornada que se vivirá el 25 de febrero en el King Abdulaziz Racetrack, durante el mitín de la Saudi Cup (G1).

Johnston cuenta: “Ha sido un largo viaje de rehabilitación de 18 meses, por lo que haber llegado tan lejos es genial y todos estamos ansiosos por tenerlo en la pista nuevamente. Es un poco desconocido en el sentido de que no estamos completamente seguros de lo que tenemos de vuelta, y pediría mucho de tener el mismo caballo que teníamos hace 20 meses. Sinceramente espero que así sea, pero no lo sabremos hasta que corra en Arabia Saudita”.

El caballo de 6 años realizó un apronte la última semana en Newcastle y su preparador quedó contento con lo que pudo ver, por lo que todo está en su lugar de cara a su primera carrera en 605 días.

“Estoy satisfecho con lo que hizo en Newcastle”, comentó Johnston. “La dificultad con cualquier caballo es que realmente uno no lo pone en la zona roja en casa, pero particularmente con uno de esta naturaleza que corre estas distancias. Nunca hemos ido a las distancias en las que sobresale para entrenar, y tampoco tenemos muchos otros ejemplares con calificación de 120 puntos para trabajar con él, así que, por supuesto, existe esa incógnita, pero tanto Joe -Fanning, su jockey- como yo estamos satisfechos con la forma en que se encuentra”.

Johnston explica: “Joe conoce al caballo mejor que nadie y dijo que mejoraba cada vez más a medida que avanzaba, lo que obviamente es un buen augurio para el próximo fin de semana”.

Antes de la carrera de Subjetivist, sobre 3000 metros, Johnston está haciendo todo lo posible para mantener los pies sobre la tierra, aunque admite que si su caballo conserva algo de su antigua habilidad, puede quedarse con todo. “Estoy tratando de mantener mis expectativas relativamente bajo control y lo principal es que el caballo regrese sano y salvo”, confiesa.

“Si puede demostrar que al menos puede ser competitivo a este nivel, entonces sabemos que todavía tenemos algo con lo que trabajar para seguir avanzando. Sin embargo, con el mayor respeto por lo que hay en la carrera, este caballo, en su mejor momento, está en una estratosfera completamente diferente al resto. La forma que mostró en cualquiera de sus últimas tres salidas le permitiría ganar esta carrera muy cómodamente”.

Es probable que Subjetivista se enfrente a los británicos Trawlerman (Golden Horn), Enemy (Muhaarar) y Nate The Great (Nathaniel) en la carrera que se viene y, aunque Johnston no dice que crea que su caballo ganará, necesariamente, admite que una victoria estaría a la altura de cualquier cosa que su familia haya logrado.

“Ha habido algunas hazañas de entrenamiento bastante notables de este equipo a lo largo de los años”, deice. “Estaba mucho menos involucrado en los tiempos de Attraction, pero traer un caballo de este nivel, con esa lesión, de regreso después de este tiempo sería una tarea bastante monumental. Los caballos de este calibre son muy difíciles de encontrar y llegamos a una etapa hace dos años en la que confiaba tanto en su habilidad que no pensé que hubiera un caballo en el mundo que pudiera vencerlo. Fue puramente un caso de elegir qué carreras queríamos ganar. Esos cracks vienen cada 15 ó 20 años, por lo que haber estado a punto de perderlo fue un gran golpe; pero si podemos hacer que vuelva a estar cerca de su mejor mejor momento, sería una gran emoción para todos nosotros”, finaliza ilusionado.