En un final apoteótico, el caballo de Coolmore quebró en la meta a la yegua de Godolphin para quedarse con el primer G1 de Royal Ascot 2020
El final del Queen Anne Stakes (G1-1600 m, césped), la carrera más importante para la apertura de Royal Ascot 2020, fue la síntesis perfecta del turf. Pasión, glamour, emoción, felicidad, decepción, todo se mezcló en esos apasionantes 300 metros en los que la yegua Terebellum (Sea the Stars) y el consagrado Circus Maximus (Galileo) se trenzaron en un mano a mano que, no de forma antojadiza, también “mezcló” a Godolphin y a Coolmore; a Frankie Dettori y Ryan Moore; y a John Gosden y Aidan O’Brien.
En nada pareció importar el detalle de las tribunas vacías, imagen inédita en la vida del mitín real. Si hasta pareció que allí estaban todos. La magia en este rincón inglés es definitivamente mucho más potente que la extraña realidad que nos toca vivir a todos.
Por un momento pareció que la yegua daría el golpe, devolviendo a los festejos de G1 a Dettori y la chaquetilla del Sheikh Mohammed, pero Circus Maximus batalló, Ryan Moore lo empujó con alma y vida y el zaino pudo torcer la historia en el mismo disco, bajando la cabeza en el momento preciso; puro cabeceo.
Parecieron correr solos, pero hubo otros 13 participantes, entre los que Marie’s Diamond (Footstepsinthesand) rescató el último lugar del podio a 3 cuerpos, en otra historia. Detrás, Roseman (Kingman) y Accidental Agent (Delegator) decoraron el marcador, todo tras 1m40s5/100 sobre pista de buena a blanca producto de la llovizna persistente que rodeó el área de Berkshire.
No es un escenario desconcido para Circus Maximus el “Winner’s Enclosure” de Royal Ascot. Imposible es olvidar la brillante performance que hace 12 meses le permitió también una de las figuras del festival al alzarse con el St. James’s Palace Stakes (G1), dejando atrás a King of Comedy (Kingman), al estupendo Too Darn Hot (Dubawi) y a Phoenix of Spain (Lope de Vega).
La campaña del crack también incluye una soberbia conquista sobre Romanised (Holy Roman Emperor) en el Prix du Moulin de Longchamp (G1) y un segundo del mencionado Too Darn Hot cuando se midieron en el Qatar Sussex Stakes (G1). Sin dudas estamos ante un millero de los mejores de los últimos años.
“Fue un deleite. Es un caballo muy duro y que viaja a una velocidad siempre fuerte. Creo que muchas veces lo subestiman, pero su nivel es muy sólido. Su mejor forma la encuentra en la milla, lo que lo hace más valioso. Es un muy buen caballo”, comentó Aidan O’Brien, que con Circus Maximus alcanzó su victoria de G1 número 150 en Gran Bretaña y 71 en el mitín real.
Ryan Moore, en tanto, que lleva ahora 59 victorias en Royal Ascot, expresó: “Es un gran caballo que siempre va para adelante. Se vio en el St. James’s Palace, en el Moulin y ahora en el Queen Anne. Tuvieron su oportunidad de ganarle, pero lucho muy fuerte y defendió su posición. Quedé encantado por su actuación. Estoy muy feliz de poder estar aquí compitiendo, más allá de la falta de público, lamentablemente es la forma en que se mueve el mundo hoy”.
En Duntle (Danehill Dancer), ganadora en Royal Ascot del Duke of Cambridge Stakes (G2), Circus Maximus, que clasificó al Breeders’ Cup Mile (G1) pues el Queen Anne es parte del programa Challenge Series Win and You’re In, pertenece a la estupenda familia de Lady Winborne (Secretariat).
Diego H. Mitagstein
Foto Gentileza Royal Ascot