El argentino ganó la Triple Corona sobre césped en Monterrico; su compatriota All About Winning terminó tercero

Lima, Perú (Especial para Turf Diario).- El argentino Gran Caroso ( Mastercraftsman) es cosa realmente seria. Hoy tenía más de un reto que superar y todos los exámenes los pasó con creces en el final del Clásico Postín (G2-2400 m, césped), bañándose de gloria y consolidando su figura de campeón generacional en la pista de grama.

Había dudas de qué tan superior podría ser, luego de ganar casi con angustias el Clásico Gustavo Prado Heudebert (G3-2000 m, césped), la escala previa a la carrera de este sábado. Pero confirmó lo que su jinete ya había dicho después de aquella actuación: Se apresuró un poco y eso le pasó la factura en el final.

Ahora lo corrió con la frialdad y serenidad necesaria. Vilcarima aplicó en poco más de dos minutos todos los recursos que lo han llevado a ser uno de los referentes del jineteo peruano en la actualidad y debajo de la montura encontró respuesta en este alazán gallardo y peleador, dueño de un paso potente y decidido, capaz de hacer temblar al rival más firme e ilusionar al hípico más práctico.

En los 800 finales, Vilcarima apretó el acelerador y el cariblanca respondió. Pasó rivales como en una pista de F1 y desde el décimo puesto se ubicó quinto, por afuera, libre del tráfico, dibujándose una cara de ganador único.

Adelante, Juego de Tronos (Singe The Turf) venía aplicando el libreto que mejor le había salido, correr libre, intentando la hazaña de conectar prácticamente de un aliento la milla y media en pasto de esta tradicional carrera. En el camino había dejado a Takalib (Grand Canyon Way), que salió con la idea de abrirle el camino a su compañero All About Winning (ARG, Winning Prize), pero el pasó que aplicó al inicio fue mínimo, tal vez evitando hacer un tren intenso que terminara beneficiando a un tercero que no sea su pareja. Sin embargo, esa pareja debió haber extrañado un poco no tener vértigo en los primeros tramos. Apareció fuerte en la recta, bien piloteado por Talaverano, pero quedó ahí, completando el podio, con unas monedas menos para completar la cuenta.

Igual, Gran Caroso no necesitó ayuda de nadie. Se le vio detrás incluso que de Vacacional (USA-Vindication), una de las cartas de la carrera y que lejos de venir último y atropellar imparable, como había mostrado en sus dos anteriores carreras, estuvo más cerca del lote puntero. En la curva final, mientras el favorito pasaba, el invicto perdía terreno y a 400 metros de la meta ya no era capaz de pelear.

Master Kalath, el otro enemigo, sí corrió detrás de Gran Caroso y aunque apareció fuerte en la recta, su atropellada quedó opacada por el rush del pupilo de Augusto Olivares, que simplemente estuvo en una tarde fantástica.

Gran Caroso no solo llenó los ojos. Ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y, de alguna forma, mete presión al favorito del Derby Nacional (G1) de mañana. ¿Por qué? Porque si Nuremberg (Southdale) gana, deberá ir a buscarlo en el Gran Premio Nacional (G1) para intentar completar la cuádruple corona. Una hazaña, que por lo visto hoy, va a estar mucho más difícil de lo que se podía pensar.

Néstor Obregón Rossi

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