Potrancas y Potrillos animarán dos de las pruebas con más historia del turf nacional; Lace and Pearls y Seteado Joy (foto), los candidatos

La Triple Corona es aquello con lo que toda persona que esté relacionada con el maravilloso mundo de los caballos de carrera sueña. Es tocar el cielo con las manos, es ser el más rico del mundo con una victoria, es encontrar el oro al final del arco iris; es sentirse alto siento petiso, flaco a pesar de la panza. Es salir campeón del mundo, ser el capitán y tener el honor de levantar la copa. En síntesis, es lo máximo a lo que se puede aspirar en el turf.

No hay nadie que no sueñe con ganarla, como así tampoco nadie que no conozca lo difícil que es hacerlo; por algo, en todo el planeta, han sido apenas unos poquititos los que se dieron el gusto de disfrutar el placer de los dioses, de vivirlo en carne propia, de hacer realidad la ilusión. Argentina, como todas las potencias en la materia, tiene la suya, y es de las más difíciles.

Se corre en la milla, 2000 y 2500 metros, con cada carrera separada por un mes y a veces menos tiempo, y con la particularidad de que dos de sus pases (el inicial y el cierre) son en la arena y el del medio sobre el césped. No sólo hay que se sano, rápido y llegador, también hay que adaptarse a las superficies… Y mejor que no llueva…

La Triple Corona nacional arrancará hoy en Palermo, por primera vez en la historia, en soledad. La pandemia y el aislamiento sólo permitieron que el turf volviera a rodar sin la presencia de público, y así se correrán hoy las Pollas, la de potrancas y la de potrillos, ambas de G1 y con complicadísimos 1600 metros por delante.

Los gritos no bajarán desde las tribunas para aturdir a todos y darle ese toque tan magnífico de efervescencia; no habrá a quien saludar cuando el campeón de turno vuelva para la foto anhelada; ni siquiera los dueños podrán estar en Avenida del Libertador y Dorrego para vivirlo en carne propia. Qué lindo debe ser ganar la Polla, pero que castigo comerse las las uñas desde casa, saltando arriba de un sillón o agarrándosela con el que más cerca esté si en la pista no pasa lo que uno aguarda… Todo será bien particular, único.

Si fuera de la pista todo será extraño, dentro de ella tampoco la cuestión será totalmente normal. Serán Pollas que no tendrán el respaldo de un proceso selectivo completo para asegurar la calidad; llenas de preguntas buscando respuestas y de triunfos esperando confirmaciones. Tirar líneas cuesta un pulmón y, salvo por algunos casos, muchas de las oportunidades estarán jugadas al desarrollo propio de los productos, a la maduración que hayan alcanzado en las mañanas ante la escasísima experiencia “por plata” con que cuenta la mayoría.

Será de las potrancas la responsabilidad de abrir la historia, de buscar el triunfo en una Polla de las más abiertas de siempre, donde no estará presente Infartame (Equal Stripes), que salió de perdedora en el Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1), un dato que hace aún más complicado el tratar de establecer un orden de preferencias.

No hay demasiados antecedentes de que una potranca haya logrado salir de perdedora en la apertura de la Triple Corona, y por cumplir esa tan particular hazaña irá Lace and Pearls, tratando de repetir la victoria que hace algunos años alcanzó Le Blues (Roman Ruler), su padre, en la versión para potrillos, respaldada por ese debut impresionante que tuvo en las mencionadas Estrellas, cuando corrió adelante casi todo el tiro, cediendo apenas en los tramos finales ante Infartame para escoltarla desde 3/4 de cuerpo, 5 por delante de Nuwara Eliya (Fortify), que también estará ahora en los partidores.

Al cruce le sale la invicta Amiguita Soledad (Todo Un Amiguito), con el “soporte” de Roberto Pellegatta en su preparación y con un lucido estreno como respaldo en los 1400 metros locales, imponiéndose por 6 cuerpos sobre Honey Key (Key Deputy), de punta a punta y sin esforzarse al máximo.

La Validada (Valid Stripes) pintó bien antes del corte, llegando segunda en el Clásico Saturnino J. Unzué (G2). Y su reprise no hizo más que confirmar lo que sobre ella se piensa, ya que se deshizo por 1 cuerpo de Amalfi Song (Alcindor) en 1m24s1/100, una marca que puede no decir demasiado, pero que para las condiciones de la cancha aquél día fue excelente.

Marquesa Key (Key Deputy) ganó el Carlos Casares (G3) y también el mencionado Unzué, pero no le fue tan bien en el Juvenile Fillies, quedando cuarta a 8 3/4 cuerpos de Infartame. Estrenando los colores del Stud Puey -antes competía para el Nuestras Hijas, deberá demostrar aquí que la distancia no es una limitante para sus posibilidades.

Wild Candy (Señor Candy), Siempre En Mi Mente (Equal Stripes), Simple Melodie (Endorsement), Brianna (Roman Ruler) y Scotish Star (Key Deputy) arriesgan su invicto en la Polla de Potrancas con la ilusión de dar la nota.

Entre los potrillos, donde se anticipa la ausencia de Atrevido Cry (Remote), destaca claramente el nombre de Seteado Joy (Fortify), que buscará repetir la muy sólida presentación que le permitió quedarse con mucha facilidad con el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1). Aquella tarde hizo todo bien para llegar a la meta con cómodos 3 cuerpos de ventaja sobre su hermano paterno Nixon Joy (Fortify), mientras Sharkan (Treasure Beach) quedaba tercero al pescuezo. El pupilo de Roberto Bullrich le dará desquite aquí a sus dos escoltas, que deberán adelantar bastante si pretenden dar vuelta la historia.

Invicto en dos está Master Sultan, otro “Pellegatta boy” que se las trae. En febrero había abandonado la última de las categorías por 3/4 de cuerpo para volver el 28 de agosto venciendo por 1 cuerpo al gran favorito Curioso Master (Mastercraftsman) en una condicional. No es de esos caballos que lucen destruyendo rivales el hijo de Master of Hounds, pero le sobra efectividad y clase.

Después de un promisorio estreno, Master Johnny (Mastercraftsman) llamó la atención saliendo de perdedor en la arena local y sobre 1400 metros por 5 cuerpos, corriendo de punta y en llamativos 1m23s19/100. Claro que eso fue a fines de febrero, por lo que los más de 7 meses de ausencia que deberá sortear son un signo de pregunta, más allá de la categoría que dejó en claro tener.

En Tucumán puede explotar todo si Sarfo (Equal Talent) termina adelante. La familia Haddad sueña lo máximo con el potrillo que batió récords en el Jardín de la República, antes de desembarcar en el centro para debutar oficialmente con una valiosa y valiente victoria en la milla porteña sobre Mio Mondo (Hurricane Cat), que también estará presente.

Y no se puede pasar por alto la presencia de Top One City (Cityscape), segundo en el Santiago Luro (G2) y que pese a haberse “vendido” hace un par de semanas en remate, defenderá los colores de siempre y con ganas de ratificar sus condiciones.