La hija de Equal Stripes se impuso de punta a punta en los exigentes 2200 metros de arena de Palermo, y va por más…

Gustavo Scarpello sabía desde el día uno que tenía en Issa una yegua clásica. Claro que, como tantas veces, esa impresiones tardaron en concretarse. Pero este lunes la hija de Equal Stripes concretó finalmente esa victoria importante que entre sus allegados siempre aguardaron, manteniendo su invicto esta temporada y proyectándose al grupo de las mejores fondistas de la actualidad.

Fue en los 2200 metros del Chile (G2), donde la zaina del Stud Los Betos -en sociedad con el Haras Abolengo, su criador- dominó de principio a fin para superar por 4 cuerpos a Foolin (Suggestive Boy), respondiendo a su gran favoritismo y recorriendo la distancia en 2m15s12/100, con Iván Monasterolo en sus riendas.

Issa perdió debutando a los 2 años, pero al toque desquitó ganando por 12 cuerpos. Semejante forma de ascenso entusiasmó a Scarpello y los suyos, que hace exactamente 1 año vieron en el Clásico Francisco J. Beazley (G2) la previa ideal para llegar al Gran Premio Selección (G1). Esa tarde un tema físico limitó sus posibilidades y sólo alcanzó a rematar tercera de la exportada Far Away Love (Violence) y Super Bijou (Super Saver).

Parate obligado, unos meses en el campo, y sólo en mayo último llegó la reprise, con resultado perfecto, por cierto. La idea era correr el Distaff (G1) de las Estrellas, pero un vaso le jugó una mala pasada y debió faltar a la cita. Otra vez hubo que recapitular y tras su impresionante éxito por 17 cuerpos en el Handicap Jorge H. Iglesias, sobre 1800 metros, encaró el salto exigente en la distancia y de categoría en el Chile, con el resultado ya expresado.

Con apenas 4 competidoras Issa salió a correr adelante, debiendo hacer el gasto y marcar el ritmo, una situación que no es la que más la favorece. Sin embargo, sobrevelló la eventualidad cargándose al hombro una montaña de boletos. Ya en el codo sus adversarias daban señales de que les costaba seguirla, y cuando llegó la recta por un momento dio la impresión de que otra vez el cartel de varios cuerpos aparecería en el marcador.

Issa mantuvo el ritmo, le costó un poco cambiar de mano, pero no detuvo su marcha y llegó a la meta con claras ventajas sobre Foolin. A otros 6 largos, Speedboast (Winning Prize) completó la trifecta y a 32 de la ganadora terminó Jueza Coraje (Cosmic Trigger), enemiga en los papeles.

La ganadora clásica número 68 para Equal Stripes en nuestro medio, 46 si de vencedores de grado se trata, Issa tiene por madre a Infanta Elena (Lizard Island) y es propia hermana de Infartame, ganadora del Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1) de 2020 y exportada a Japón.

Su abuela es Rubia Preciosa (Ride the Rails), no tan generosa en la reproducción, pero hermana materna de la récord horse y triple titular de grado Illegally Blonde (Southern Halo), y de Equal Pretty (Equalize), que produjo a Il Mercato (Not for Sale), Caballo del Año, Campeón 3 Años Macho y Campeón Fondista de 2018, venciendo en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) y actual padrillo en el Haras La Pasión.

Issa ya es ganadora de grupo, como Gustavo Scarpello siempre esperó, y ahora, ya establecida entre las referentes de las yeguas mayores en la distancia, el próximo paso sería el Clásico Ramón Biaus (G2), bajo las mismas circunstancias que ahora. Sólo allí vendría el desafío del césped, con el Gran Premio Copa de Plata (G1), en diciembre, aunque esa es una historia todavía algo lejana. Issa cumplió con lo esperado, liquidó el pleito con suficiencia y sigue en el camino de crecer.