A 10 años del triunfo de la campeona, la hija de Medaglia D’Oro buscará repetir su hazaña

ARCADIA, California (Especial para Turf Diario).- Si bien para Argentina y Sudamérica lo más trascendente dentro de la versión XXXVI de la Breeders’ Cup pasará por ver en acción a Blue Prize (Pure Prize) y Wow Cat (Lookin At Lucky) en el Distaff (G1), el mundo centrará sus miradas, como cada año, en el Classic (G1-2000 m, arena, US$ 6.000.000 de bolsa), una carrera sobre la que todos los analistas coinciden, es la más pareja de los últimos tiempos.

El trajinar de la temporada en los Estados Unidos no mostró un dominador excluyente entre los mayores, y menos aún si de potrillos se habla, con resultados bien variados y un grupo de potrillos sin solidez, que se fueron ganando unos a otros reiteradamente.

Ante ese panorama fue que los responsables de la notable yegua Elate prácticamente no dudaron en dejar pasar el Distaff para enfocarse en el Classic, sumado al detalle de que la hija de Medaglia D’Oro se acomoda mejor a los dos kilómetros que a los 1800 metros. Sólo una yegua logró superar a los “muchachos” en la prueba insignia del festival hípico más importante, Zenyatta, hace 10 años y en esta misma cancha, aunque cuando todavía era sintética.

Elate viene de caer ante la mencionada Blue Prize en el Juddmonte Spinster Stakes (G1) de Keeneland, y antes había cedido al hocico de Midnight Bisou (Midnight Lute) en el Personal Ensign Stakes (G1) de Saratoga. Claro que no por casualidad sus labores más resonantes fueron en el Delaware Handicap (G2) de las dos últimas temporadas, venciendo con muchísima solvencia.

La zaina está 6/1 en el morning-line, pero da la sensación de que bajará cuando se abra el totalizador. En esa ruta, el máximo candidato de todos es el local McKinzie (Street Sense), que luego de ganar el Whitney Handicap (G1) en Saratoga nada pudo hacer para contener al ascendente Mongolian Groom (Hightail) en el Awesome Again Stakes (G1), aquí, y al que ahora le exigirá revancha.

Los tres años tienen su máximo exponente en Code of Honor (Noble Mission), quizás el más consistente de toda la generación y que llega con una serie de tres victorias consecutivas al Classic. Primero sumó el Dwyer Stakes (G3), después el Travers Stakes (G1) y cerró llevándose por distanciamiento la Jockey Club Gold Cup (G1), donde Vino Rosso (Curlin) lo molestó en los metros finales. Sobre este último, habrá que decir que su 2019 ha sido excelente, al margen de esa circunstancia. Ganador de la Gold Cup at Santa Anita (G1), fue además tercero en el Whitney…

Higher Power (Medaglia D’Oro) fue impactante para dar la sorpresa en el Pacific Classic (G1) tras ser reclamado por poca plata. Sin embargo, luego terminó a 7 1/2 cuerpos de Mongolian Groom y McKinzie en el Awesome Again…

El japonés Yoshida (Heart’s Cry) fue cuarto de Accelerate (Lookin At Lucky) en la versión anterior del Classic y lleva un año largo de derrotas, pero como en el Woodward Stakes (G1) se recuperó terminando tercero, valdrá la pena no olvidarlo.

War of Will (War Front) ganó el Preakness Stakes (G1), pero luego no logró consolidarse, mientras que Math Wizard (Algorithms) acaba de dar el golpe en el Pennsylvania Derby (G1) y apuesta por seguir en alza.

Con sus 6 años, Seeking the Soul (Perfect Soul) es el más veterano de la nómina, una circunstancia que puede ayudarlo a tener una labor interesante dada su experiencia ante rivales duros. En tanto, queda por compartir el nombre de Owendale (Into Mischief), que en el Oklahoma Derby (G3) acaba de tener su momento de gloria.

El Breeders’ Cup Classic es atractivo por lo parejo, y allí Elate puede hacer historia.