Jockey y entrenador de Mohaather disfrutaron del Sussex pese a que el desarrollo les jugó en contra

CHICHESTER, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- Jim Crowley tuvo en 2020 un Royal Ascot inolvidable. En rigor de verdad, el jockey oficial del Shadwell Stud está teniendo una temporada inolvidable. Sin embargo, pese a los muchos triunfos que le reportó el mitín real, la actuación de Mohaather en el Queen Anne Stakes (G1) le había quedado atragantada.

Para su satisfacción la revancha llegó rápido, con el hijo de Showcasing batiendo un grupo de rivales de enorme categoría en el Sussex Stakes (G1) de este miércoles en Goodwood, transformando el duro desafío en un esperado desquite. “Fue muy dulce, una redención después de los que nos tocó vivir en Royal Ascot, aunque la carrera esta vez no fue precisamente como la habíamos planeado. Por un momento me vi en serios problemas, pero el caballo me sacó”, contó el profesional, con una amplia sonrisa en su rostro.

“Ibamos a ser más agresivos y queríamos quedar por una segunda línea. No pensaba que el ritmo fuera a ser muy sostenido, pero entonces Frankie -Dettori- con Wichita (No Nay Never) se me pusieron por fuera y terminé siguiendo a Vatican City (Galileo), quedando en un lugar feo. Estaba en un bolsillo y sabía que iba a necesitar suerte para avanzar. Siskin (First Defense) también iba a jugar sus cartas viniendo de atrás y no me quedó más opción que dejarlo pasar y seguirlo. Abrí y cuando Mohaather vio luz simplemente voló, mostrándome el más eléctico golpe de velocidad. Darle kilos a los más jóvenes y doblegarlos fue especial”, concluyó Crowley.

Por su parte, exultante lucía el preparador Marcus Tregoning tras el primer triunfo de su trayectoria en el Sussex Stakes: “Tuvimos que esperar mucho tiempo para vivir algo así pero, para ser honesto, nunca habíamos tenido el caballo necesario. Cuando dejé Lambourn para irme a Whitsbury tuve que arrancar de nuevo, con pocos ejemplares, y, por suerte, el Sheikhk Hamdan me apoyó. Vivimos un gran día para el equipo de trabajo y para el Sheikh, un propietario muy bueno para trabajar. Fue una carrera muy táctica y debió luchar para encontrar el hueco, a pesar de no ser muy grande en su físico. Jim -Crowley- mantuvo la calma y con el conocimiento que tiene del golpe de velocidad de Mohaather aprovechó su oportunidad. Fue como una pesadilla mirar la carrera, pero sabía que iba a encontrar el momento y el lugar para quedar libre y que iba a tener la velocidad necesaria para ganar. A futuro, el Breeders’ Cup Mile es una posibilidad, aunque también está el Champions Weekend en Ascot y el Prix Jacques Le Marois. Veremos cómo nos manejamos”, cerró el preparador.