El hijo de Suggestive Boy enfrenta un grupo parejo sobre los 2400 metros de césped del Hipódromo de San Isidro

La de hoy en el Hipódromo de San Isidro será una de esas reuniones para llegar temprano e irse tarde. De las que sirven, que aportan, que suman, que incluyen carreras buenísimas y entusiasman a los aficionados; que hacen dar ganas de enfrentar a los “hombres de negro”, aunque moleste. Triple tanda clásica, condicionales con proyección y una batería de pozos asegurados que estará en el orden los 26,5 millones de pesos.

Al tope de la expectativa jerárquica, después de que se corran los clásicos José B. Zubiaurre y Juan S. Boucau, los fondistas tomarán por asalto la escena para medirse en el Clásico Porteño (G3-2400 m, césped), el último gran preparatorio hacia lo que será en poco más de un mes el Gran Premio 25 de Mayo (G1), la segunda competencia más importante de cada temporada en el escenario del Jockey Club.

Dentro de una categoría que está en pleno rearmado, después de viajes, lesiones y exportaciones, serán sólo 9 los participantes, en un grupo que destaca la presencia de Huapango Torero, de regreso a la superficie donde mejor rinde después de una experiencia no demasiado convincente en la arena de Palermo, donde terminó tercero bastante alejado de Quito Key (Key Deputy) en el Clásico Otoño.

El hijo de Suggestive Boy que Nicolás Martín Ferro prepara para el Haras Pozo de Luna había ganado reprisando en el verde porteño, superando más de un año de ausencia. Titular del Clásico Botafogo (G3) del año último, tendrá aquí su adversario más complicado en el ascendente Durazzo (Fortify).

Del Stud Marías del Sur, el zaino fue tercero en el Tresiete (L) y cuarto en el Botafogo (G3), pero dio el salto de calidad en el Clásico Regimiento de Granaderos a Caballo (L), dando cuenta por medio pescuezo de Don Tigre (Cityscape), en una carrera donde luego llegaron el brasileño Logical Song (Drosselmeyer) y Del Muñeco (Galileo), con los que ahora se volverá a enfrentar.

Como el candidato, durazzo irá por primera vez a los 2400 metros, una circunstancia que puede ayudar a las características de stayer que siempre mostró Mikonos Beach (Treasure Beach), crédito de Las Monjitas que después de caer reprisando atropelló fuerte en el césped de Palermo para quedarse con el Clásico Fain, cuando aventajó por 2 1/2 cuerpos a Viví Jurando (Jurabas Tu).

Firmamento, el Team Gaitán y Rodrigo Blanco se la juegan con Master Bamba (Mastercraftsman), la única yegua del lote y a la que esperaro por muchos meses pensando en este tipo de carreras. Le costó ponerse a tono a la tordilla, pero cuando lo consiguió salió de perdedora con comodidad y después repitió con lo justo, pero guapeando.

Pepe Joy (Fortify) corrió más clásicos y grandes premios que condicionales, arrimando en el Nacional (G1), en el Martínez de Hoz (G1), en el Provincia de Buenos Aires (G1) y en el Chacabuco (G2), pero ahora parece bastante más afirmado a juzgar por esa buena conquista cercana en los dos kilómetros locales superando a Alibaba Song (Alcindor) y Kryptos (Winning Prize), ambos ganadores con posterioridad.

Y quedan por contar las presencias de un desdibujado Candilero (Cisne Branco), último titular del Clásico General Pueyrredón (G2), y de Last Corredor (Lasting Approval), el más veterano del lote con sus seis años y que enfrenta un desafío que parece superar un tanto sus expectativas y energías.