El hijo de Honor Code (foto) superó a Mystic Guide y Happy Saver en el Suburban Stakes; el tordillo se floreó en Prairie Meadows

No hubo carreras de G1 en el fin de semana de los Estados Unidos, aunque sí dos turnos que eran la gran atracción. Por un lado, en Belmont Park, Mystic Guide (Ghostzapper), último héroe de la Dubai World Cup (G1), volvía al ruedo en casa en pos de tomarse revancha de Happy Saver (Super Saver) en el Suburban Stakes (G2-2000 m, arena pesada, US$ 400.000 de bolsa); por el otro, el tordillo Knicks Go (Paynter) viajaba hasta Prairie Meadows para intentar retomar la senda del éxito en el Prairie Meadows Cornhusker Handicap (G3-1800 m, arena normal).

Pues bien, en la primera de esas pruebas el triunfo no fue ni para Mystic Guide ni para Happy Saver, sino para un Max Player (Honor Code y Fools In Love, por Not for Love) que sorprendió a la mayoría con una gestión por demás valiente; en tanto, el hasta no hace mucho mejor caballo del norte logró el objetivo con mucha facilidad, mostrándose otra vez en un rendimiento altísimo.

Empujado por el rigor de Ricardo Santana Jr., Max Player fue un canto al tesón cuando atropelló en la recta para doblegar a un Mystic Guide que se esforzó al máximo, pero que no logró cruzar adelante. Hubo apenas un pescuezo entre ambos, con Happy Saver perdiendo su invicto al quedar tercero a 2 1/2 cuerpos, aunque en una labora aceptable, tras una reprise buena, pero que no invitaba demasiado ala confianza máxima.

Espectacular ganador del Breeders’ Cup Mile (G1) de noviembre en Keeneland, y también dominante en la Pegasus World Cup (G1) de Gulfstream Park, en enero, Knicks Go había sido luego cuarto en la Saudi Cup y también en el Metropolitan Handicap (G1), pero ante otro tipo de rivales, y liderando desde el primer salto, el hijo de Paynter y Kosmo’s Buddy (Outflanker) demostró ahora una amplia superioridad sobre sus rivales, cruzando el disco de galopito y con 10 1/4 cuerpos de ventaja sobre Last Judgement (Congrats), empleando un tiempo espectacular de 1m47s33/100 y sin necesidad de que Joel Rosario, su jockey, se viera en la necesidad de exigirlo al máximo. Knicks Go está de refreso, abróchense los cinturones.