Cuando se conoció la nómina de participantes para la gran carrera del 17 en San Isidro fue imposible no trazar paralelos con la versión de 1986, cuando las tribunas se llenaron para ver a los cracks del momento

Por Diego H. Mitagstein

Más de 94.000 personas estuvieron presentes aquél 14 de diciembre de 1986 en el Hipódromo de San Isidro para presenciar una de las versiones más espectaculares en la historia del histórico Gran Premio Carlos Pellegrini (G1). Hubo que estar muy temprano allí para garantizarse un lugar en la tribuna ante la expectativa que generaba la presencia de caballos formidables como El Serrano (Excel II), Potrillazo (Ahmad), Fain (Dancing Moss), Bonsoir (Mariache) y la yegua Micenas (Ficino), entre otros.

Cuando este lunes se conoció la lista de animadores para lo que será el sábado 17 del corriente una nueva versión de la carrera de caballos más importante del continente, fue imposible no recordar automáticamente lo que sucedió aquél día. Ahora, la posta en materia de nombres la toman Durazzo (Fortify), Miriñaque (Hurricane Cat), Irwin (Seek Again), El Musical (Il Campione) y Niño Guapo (Catcher In the Rye), los héroes de estos tiempos que, sin querer entrar en comparaciones de calidad, provocan las mismas ganas de que llegue el día, son la promesa de una carrera apasionante.

Aquél Pellegrini del ’86 fue impactante. El Serrano llegaba después de ganar el Nacional y la Triple Corona en pos de repetir la hazaña de Telescópico (Table Play) y alzarse con la Cuádruple; Potrillazo, héroe en el Derby el año previo, había deslumbrado en la Copa de Oro (G1); Bonsoir era el vencedor en el Jockey Club (G1) de 1985 y reprisaba con ganas; Micenas venía de derrotar a los machos en el Gran Premio Dardo Rocha (G1); Fain llegaba invicto con una campaña dibujada por Domingo Pascual y con el desafío de no haber corrido nunca en el césped; y además estaban Calador (Cipayo), Bacache (Mariache), Octante (Babor), el chileno Grosor (Semenenko) y el brasileño Bacharel (Urmarino)… Imperdible.

El marco era enloquecedor y El Serrano, crack, fue el más presto al largar, tomando la punta un ratito hasta que Conguero (Cipayo) se afirmó adelante. Las variantes se produjeron en la recta, cuando el potrillo retomó la delantera, sacó ventajas y Luis Alzamora, su jockey, miraba hacia atrás buscando rivales.

Pareció que llegar a la Cuádruple Corona era una gran posibilidad, pero el hijo de Excel II empezó a cansarse, dejando el terreno libre para que el invicto Fain y Jorge Valdivieso tomaran la posta a 200 metros del disco para construir de allí en más una pared que le permitiría contener por medio cuerpo a Calador (Cipayo) y Juan Maciel. Tercero en la pista y a otro medio largo terminó Jumbo Jack (Jack Hylton), pero luego fue distanciado al cuarto lugar por molestar a Royal Maui (Royal Accomplice).

Micenas fue quinta en gran labor y El Serrano concluyó sexto en la que sería su despedida de las pistas, pues fue exportado hacia los Estados Unidos, donde jamás pudo correr. Para Potrillazo fue una mala tarde y sólo pudo lograr el décimo quinto puesto, con Bonsoir en el décimo noveno,

Después de ganarle a rivales como Newmarket (Salt Marsh), Categórico (Cipayo) o Cabileño (Crown Thy Good) en Palermo, Fain dibujaba un Pellegrini sensacional ante tribunas repletas para despedirse con toda la gloria e iniciar su carrera en la reproducción, que transitaría sin demasiado éxito, por cierto.

Tras la anotación del Pellegrini modelo 2022, fue imposible no traer a la memoria el recuerdo del zaino hijo de Dancing Miss y Fallow’s Sister (Worden) cruzando adelante aquella tarde de diciembre de 1986 ante una multitud. Seguramente no habrá 94.000 personas el próximo 17 en San Isidro, pero, salvando las distancias, la expectativa será similar. Y, claro, jamás está de más actualizar una de las tardes memorables que disfrutó nuestro turf en su historia.