Relajada, fuerte a la hora de atropellar, cayó por la cabeza en el First Lady Stakes (G1) de Keeneland

LEXINGTON, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Por supuesto que duele perder un G1 por la cabeza pero, más allá de esos instantes de desilución, la argentina Dona Bruja construyó una actuación de altísimo vuelo en el First Lady Stakes (G1-1600 m, césped, US$ 400.000 de bolsa), este sábado en Keeneland.

Tras aquél frustrante paso por el Beverly D. Stakes (G1) de Arlington Park, la hija de Storm Embrujado volvió a ser la yegua Clase A de siempre, capaz de darle pelea a las mejores, de ser parte de la élite. Fue derrotada, es cierto, pero todo fue positivo en su regreso a la pista donde es preparada por Ignacio Correas (h.).

El preparador tenía una ilusión enorme, y se vio justificada. Habrá mascullado bronca, mucha, pero él y su equipo de trabajo son los grandes “culpables” de esta vuelta a los planos centrales de la zaina de Iván Gasparotto. Con la vuelta de Declan Cannon a su silla, la yegua lució muchísimo más serena, manejable, para poder volver a la táctica que mejor rinde: la de atropellar.

Por desgracia, encontró un desarrollo en el que la alemana A Raving Beauty (Mastercraftsman) pudo manejar los hilos al frente con bastante comodidad, guardando energías que en el derecho utilizaría para contener a la argentina. La cancha blanda tampoco ayudó mucho, pues se descuenta menos en esas condiciones.

Dona Bruja se relajó muy bien y rápido en el derecho pudo encontrar la libertad de la mitad de la pista. Pero tardó unos segundos en enfocarse y arrancar, lo que le permitió a la vanguardista sacar las ventajas suficientes para llegar a la meta con la mencionada cabeza de ventaja y llegando a su segundo éxito de G1 de la temporada, pues antes se quedó con el Just a Game Stakes (G1) de Belmont Park.

“Tuvimos un gran desarrollo, pero la carrera se hizo lenta, más allá de que siempre nuestra posición fue casi ideal. Traté de atropellar fuerte, pero A Raving Beauty fue una rival muy dura. Una vez que logré ubicar a Dona Bruja por fuera, arrancó con mucha fuerza, aunque no fue suficiente. Pensé por un momento que lo lograríamos, pero nuestra rival es de esas yeguas que bajan las orejas y siempre tienen algo más en el tanque, aunque la dejaron correr con mucha libertad al frente”, contó con lujo de detalles Cannon, satisfecho.4 temporadas seguidas.

Para Ignacio Correas (h.), en tanto, “Estamos muy felices por el resultado y porque la yegua volvió a ser lo que era. Después del Beverly D. tomamos la decisión de que volviera a correrla Declan y creo que no nos equivocamos. Se entienden muy bien, sabe cómo relajarla; hizo todo bien y perdió como pudo haber ganado. Tiene un golpe de velocidad muy fuerte y después mantiene el ritmo. Lo mejor es que todo el trabajo que hizo el equipo con ella en este proceso dio resultado, y eso es lo más valioso que nos llevamos: está otra vez entre las mejores”.

Sobre el futuro, el cuidador adelantó: “Si todo sigue bien, la idea es volar a California para correr el 2 de diciembre el Matriarch Stakes (G1) en Santa Anita Park y luego ya descansarla. En 2019 irá a Tampa y se preparará para el mitín de primavera en Keeneland”.

La campeona Dona Bruja dejó todo en Keeneland en pos de su primer triunfo de G1 en el Norte, y, aunque no lo consiguió, quedó la sensación flotando en el aire de que todo será cuestión de tiempo. En el First Lady Stakes volvió a ser la gran yegua de siempre, y eso, como bien explicó Correas, fue la gran noticia del día para la argentina.

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