La hija de Orpen superó por medio cuerpo a Mascota Virtual en el Clásico Etoile (L), respondiendo por fin a las ilusiones que siempre generó entre sus allegados

Muchas veces pasa que hay caballos con concepto altísimo que nunca llegan a responder en las pistas. Los motivos suelen ser bien diversos. Puede faltarles calidad, la salud no ser el aliado esperado o alguna otra cuestión que no permita plasmar en resultados las partidas y las pasadas voladoras de las mañanas.

De Doña Jalea siempre se esperó mucho en San Benito y en la caballeriza de Carlos D. Etchechoury. Para todos era una yegua buena, pero por sus “cositas” tuvo que recurrir a la alternativa opcional para salir de perdedora, e incluso permanecer en ese plano por un buen tiempo. Pero en un momento mejoró, ganó la abierta, y, tras un arrime y un fracaso feo, este miércoles en la arena del Hipódromo de San Isidro dio la gran sorpresa en el Clásico Etoile (L-1200 m), la prueba más importante de la jornada, respondiendo por fin a todas esas ilusiones y a los desvelos por hacerla rendir a pleno.

A $ 16,80, la hija de Orpen aprovechó su gran tarde, capitalizó los 54 kilos que le tocaron en el reparto y se las ingenió para construir una victoria de esas que valen doble, derrotando por medio cuerpo a Mascota Virtual (Sidney’s Candy, 56 1/2), que, a pesar de no cumplir el objetivo de terminar adelante, mostró que pertenece a este plano.

Brian Enrique se lució en las riendas de la ganadora, que vino cuarta cerca pegada a los palos mientras Mascota Virtual corría adelante asediada por Lucy May (Cima de Triomphe, 57). En el derecho la tordilla dijo basta y la alazana de Dark Horse intentó disparar, pero pronto tuvo a su derecha a Doña Jalea, que avanzó, igualó y poco a poco fue dominando, liquidando el pleito tras meritorios 1m10s76/100. A 1 1/2 largo más, Testarda (Roman Ruler, 58) completó el podio delante de la reprisante Capa Que Sí (Lizard Island, 61), que llegó a 5 1/2 cuerpos de la ganadora.

Doña Jalea le dio el triunfo clásico número 75 a la chaquetilla del Stud-Haras San Benito y tiene por madre a Joya Latina (Southern Halo), que ya había producido a la malograda Doña Joya (Jump Start), que ganó el Gran Premio Selección (G1) y fue cuarta en el Nacional (G1) de 2015 antes de morir tempranamente…