La hija de Orpen se sumó a los triunfos de Doña Jalea y Don Empeño y conquistó en la arena de San Isidro el Handicap Roy

Tremenda semana la que cerró este miércoles el Stud-Haras San Benito gracuas a la victoria de Doña Nieve en el Handicap Roy (1400 m, arena), la prueba más importante de la jornada en el Hipódromo de San Isidro, y que completó el doblete jerárquico de la divisa, que 7 días antes y en el mismo terreno interno del norte había disfrutado del éxito de Doña Jalea (Orpen) en el Clásico Etoile (L) y el domingo en La Plata festejado a lo grande la notable conquista que alcanzó Don Empeño (Exchange Rate) en el Clásico Hipódromo de La Plata.

Procedente de un cuarto lugar en las condicionales, la zaina que presentó Juan Manuel Etchechoury pero que entrena Carlos Daniel, su padre, fue implacable en la recta final, aprovechanco al máximo los livianos 53 1/2 kilos que le tocaron en el reparto y venciendo por 1 cuerpo a Che Silvina (Greenspring, 52), tras 1m22s79/100.

De potranca había generado expectativas Doña Nieve la temporada anterior, corriendo el Clásico Federico Alvear (G2) y el Clásico Bayakoa (L) sin demasiada suerte, entrando luego en un período de irregularidad del que recién ahora consiguió salir.

Francisco Leandro nunca trajo demasiado lejos a la ganadora mientras adelante la estadounidense Rockin Ready (More Than Ready) hacía valer los escasos 48 kilos que le adjudicó el handicapper. Los cambio sólo llegaron frente a las tribunas, cuando la puntera se entregó mansamente y fue Doña Nieve la que avanzó con más fuerza, primero deshaciéndose de la favorita Saragossa City (Seek Again, 56 1/2) y luego conteniendo a su escolta.

La que brilló por su ausencia fue Millera Stripes (Equal Stripes, 55 1/2), cuya reprise dejó caras largas luego de haber sumado tres interesantes triunfos condicionales consecutivos. Siempre atrás, jamás tuvo tomar protagonismo, llegando sexta, no lejos, pero sexta.

Doña Nieve es la segunda cría de la placé de grado Dona Niarchos (Mizzen Mast), yegua de pedigree fabuloso y cuya cuarta madre no es otra que la inolvidable Miesque (Nureyev), la inolvidable campeona de la familia Niarchos y que marcó una época.