El hijo de Fortify se consagró como el mejor fondista sobre césped, después de un ascenso meteórico, tras debutar hace 7 meses…

Por Diego H. Mitagstein / Foto Juan I. Bozzello

Las brazadas potentes de Durazzo en el final del Gran Premo 25 de Mayo (G1-2400 m, césped pesado) fueron poesía en movimiento. El hijo de Fortify concretó en la fecha patria la victoria que le faltaba para llegar a las grandes ligas, para trepar hasta arriba de todo y ser considerado el mejor fondista del momento en el Hipódromo de San Isidro; traducido, uno de los mejores caballos del país.

Lo que prometía, lo cumplió el zaino del Haras Marías del Sur, cuyo crecimiento en los últimos meses fue impresionante, de la mano de la maduración propia que da el paso del tiempo, sobre todo, tratándose de stayers, pues acomodar los pulmones y el físico no es cosa sencilla, menos para ejemplares jóvenes.

Lo de Durazzo había sido interesante cuando guapeó para ganar el Clásico Regimiento de Granaderos a Caballo (L), y mucho más fuerte al demoler a sus rivales en el Clásico Porteño (G3). Pero su tarea en el 25 de Mayo fue aún mejor, demoledora, lo suficientemente buena como para entregarle el bastón de mando que dejó allá por diciembre Village King (Campanologist), tras ser retirado después de llevarse el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1).

No se lo compara a uno con el otro, pero Durazzo es el heredero del trono que los fondistas sobre el césped estaban esperando, con esa sensación rodeándolo de que todavía no tocó su techo, de que puede dar mucho más. De que llegó para quedarse en la cima.

Candidato de todos, el zaino preparado por Rubén Alejandro Quiroga siempre tuvo todo dominado, sin preocuparse nunca por el liderazgo con varios cuerpos de ventaja que ensayó Alibaba Song (Alcindor), parte de la yunta de Gran Muñeca. Gustavo Calvente, con seguridad plena, arrimó al ganador en la última curva y ni bien llegaron a la recta final decidió terminar con el suspenso.

Se puso firme en las riendas el jockey, le pidió a Durazzo el esfuerzo final y el zaino estaba adelante en un abrir y cerrar de ojos, sacando amplias ventajas sólo con el envión y manteniendo el ritmo y aquellas brazadas potentes que se mencionaban en el comienzo hasta la meta, cruzándola con 5 cuerpos de ventaja sobre Winter Guest (City Banker), de notabe reprise tras más de 5 meses de ausencia.

A 3/4 de cuerpo, el 3 años Machacado (Galicado) corría fenómeno tras ganar dos condicionales y quedaba tercero, media cabeza por delante de Mikonos Beach (Treasure Beach). A 1 1/2 largo más, Mr Globalizado (Global Hunter) era quinto, todo en la marca de 2m30s17/100, acorde al estado bravo de la cancha tras las lluvias de la noche previa.

Una mole de 508 kilos, Durazzo corrió sólo 7 carreras, habiendo debutado recién pasado mediados de octubre, es decir que en tan sólo 7 meses construyó una campaña fantástica, con pocos antecedentes, para aplaudir de pie.

En cuestiones genéticas, el héroe del día en San Isidro es la primera cría que produjo en Marías del Sur la ganadora de G1 Dale Lunfa (Dalhart), luego de que el haras la adquiriera en la liquidación del Haras La Biznaga. La yegua ganó el Juvenile Fillies (G1) de las Estrellas y antes había producido al placé de G3 Luxor Joy (Fortify) y a varios ganadores más. Hermana del G3 Luk Joy (Fortify), tiene por madre a la recordada La Charlatana (Kasteel).

Durazzo brilló alto en el Gran Premio 25 de Mayo y es indiscutidamente el mejor fondista de la actualidad sobre el césped del Hipódromo de San Isidro. Se lo ganó a base de potencia y resistencia, e ilusiona con mucho más. Muchísimo más.