El potrillo se quedó con el Clásico Old Man (G3) y abrió el doblete gradual del preparador, que luego se llevaría el Manuel J. Güiraldes (G3) con la potranca Simonne

Se suele decir que cuando un caballo está en un buen momento, siempre hay que respetarlo. Pues bien, lo mismo corre en el rubro de los entrenadores. Si hay un profesional que está “on fire” por estos días, ese es Nicolás Martín Ferro, que en el espectacular sábado del Hipódromo Argentino de Palermo se llevó con sus pupilos los dos clásicos que dieron inicio al camino hacia la Triple Corona del segundo semestre.

La potranca Simonne (Grand Daddy) se llevó de forma inapelable el Manuel J. Güiraldes (G3), mientras que Dzik dio la nota sorprendiendo a la mayoría quedándose con el Old Man (G3-1400 m, arena), recuperándose de ese intrascendente quinto puesto en que había terminado hace poco más de 2 meses el Clásico Antártida Argentina (L), bastante apartado de Hit Empeñoso (Hit It a Bomb).

Volviendo a la arena en la que había debutado segundo -aunque en San Isidro- el zaino del Stud Mística mostró una tenacidad llamativa para quedarse con un duelo apasionante y que transcurrió durante toda la recta con Acteon (Angiolo) y Lindo Lío (Violence), que también mostraron una actitud destacable.

Fue Acteon el que dominó primero, pero en los 200 metros abierto ya Dzik empezaba a mostrarse superior, pese a la resistencia de aquél y a la oposición que por el centro mostraba Lindo Lío, que no tuvo la mejor partida. Arriba, el ganador le sacó 3/4 de cuerpo a este último, con igual margen hasta el potrillo de Mamina, todo en impresionantes 1m21s31/100, marca más de 2 segundos más veloz con respecto a la que emplearía luego Simonne.

En el otro extremo del análisis quedó el favorito Storm Kake (Fortify), que terminó apenas quinto y siempre apagado, lejos, sin fuerza, muy diferente a aquél que tan buena impresión había causado debutando hace algunas semanas.

Dzik nació en el Haras Pozo de Luna y es hijo del recientemente desaparecido Portal del Alto, que esta temporada está teniendo un brillo que le había faltado. Ya con Weiba, en recuperación tras una operación, había tenido un protagonista central grande del proceso selectivo, y ahora suma otro nombre para tener en cuenta. Una pena su partida temprana.

El héroe del Old Man es la primera cría de Diosa Azteca, una Easing Along que supo ganar a los 3 años en Palermo y cuya madre es la muy recordada Dando Amor (Thunder Guch), vencedora en los clásicos Fernández Guerrico (G2) -2 veces-, Abril (G2), Sibila (G2), Los Haras (G2), Paseana (G2) y Eudoro J. Balsa (G3), además de sumar 3 figuraciones de G1 en un verdadero campañón.

“Me habían dado un par de trompadas en las Estrellas, pero estamos de nuevo en la senda victoriosa (risas). Dzik es un caballo al que le tuve confianza siempre, de mucha calidad, manso, de precocidad, algo sobón para varearlo. Había ganado bien, pero me amargó en ese clásico de San Isidro; el césped estaba blando y no pareció gustarle, pero además se hizo una carrera algo ligera para él. Pensamos después darle tiempo, varearlo, florearlo y pensar en el Old Man salteando las Estrellas. Tiene físico para la arena, potente, de buenas patas. Ahora veremos los pasos a seguir, quizás pasemos por alto el Cané y pensemos directo en la Polla de Potrillos, lo analizaremos con los propietarios seguramente, pero ahora disfrutaremos este lindo triunfo”, contó entre bromas Nicolás Martín Ferro, esperanzado y muy contento por lo que vio de su crédito en el desafío del Old Man

Con Dzik el proceso selectivo suma otro nombre interesante, en crecimiento, en pleno proceso de maduración. Su gestión en Palermo este sábado fue interesante, como para pensar en el paso hacia la milla ya buscando ilusiones de Triple Corona. Por las palabras de su preparador, llegar directo a la Polla de Potrillos (G1) es el objetivo. Si sigue mejorando como hasta ahora, se hará respetar de lo lindo. Seguro.