Esta semana podría haber mayores precisiones sobre una fecha para el reinicio de la actividad hípica, que depende de muchísimos factores y no sólo de las ganas

Fin de semana de aguas movidas el que se vive para el turf argentino, entre algunas noticias esperanzadoras (quizás con un optimismo desmedido) y más muestras de apoyo político hacia el deporte, ahora, precisamente, por parte de un emblema como es Gustavo Posse, Intendente de San Isidro, donde se ubica uno de los más importantes hipódromos del mundo.

El dirigente mencionó la necesidad de volver al ruedo que tienen las carreras de caballos durante una entrevista que le realizó el canal de noticias TN ante la cantidad de puestos de trabajo en juego luego de ya casi dos meses de gateras cerradas, y, por supuesto, la aparición fue celebrada por el ambiente: “Se puso nuestra chaquetilla”, resonó seguido en las redes.

Posse fue más allá y tras sus palabras en la tele lo ratificó en su Twitter: “Con 600.000 puestos de trabajo el turf es una industria que deben volver a la actividad por lo que apoyamos su apertura con el protocolo sanitario correspondiente”.

Al apoyo de Posse, ya sobre la tardecita del sábado, le siguió una nota publicada por el Diario El Día de La Plata donde directamente se afirma que permitirán el funcionamiento de las agencias de lotería e hípicas y las carreras de caballos, desde la próxima semana, para ser más precisos.

Si bien cuando la nota avanza el permitirán se cambia bruscamente por un “tiene decidido”, haciendo referencia a la provincia de Buenos Aires, o un “la idea oficial”, un “estiman” o “podrían”… Queda claro que una cosa es la apertura de una agencia, donde basta con tener la llave, pero la otra es poner a caminar después de tanto tiempo el turf, con todas las complicaciones que la situación acarrea.

Turf Diario se comunicó con dirigentes del Hipódromo de San Isidro quienes manifestaron: “No hay nada concreto, sólo los rumores de público conocimiento. Esta semana hay una reunión con Posse y algunos actores de la política bonaerense que esperamos sea el puntapié inicial para una posible vuelta, como para empezar a trabajar sobre fechas concretas”.

Ciertamente pensar en volver a correr antes de la primera quincena de junio es virtualmente impracticable. El Jockey Club tiene a la mayoría de sus empleados sin poder presentarse a trabajar por ley, y el Stud Book cerrado. Siquiera se conoce una carta de inscripciones (que deberá ser diagramada de acuerdo a los caballos disponibles) y la mayoría de los ejemplares radicados en el Campo 2 necesitan un tiempo para ajustarse de cara a la competencia, dos o tres semanas, mínimo.

Todo eso sin hacer hincapié en el tema apuestas, nada menor por cierto. Se sabe: no se correrá sin juego, pues, entre otras cosas, de eso dependerán los premios a pagarse, mucho más bajos en el inicio con respecto a lo que se venía repartiendo, una máxima que los propietarios conocen de memoria y aceptan con tal de no seguir pagando pensiones para que sus ejemplares galopen. “Fondo”, el viejo fondo, por ahora está stand by en sus deudas y por varios meses no habrá recaudación allí.

Al respecto, la apuesta pasa por el sistema de juego telefónico móvil que tiene bastante desarrollado Palermo pueda adaptarse a las plataformas de San Isidro, con lo que, de conseguirse, podrá funcionar también para La Plata, Azul y Tandil, “inquilinos” del centro de cómputos del Jockey Club.

Otro tema: Lotería sigue cerrado, y mientras eso suceda no hay veedores que puedan controlar la situación…

Hay voces optimistas esperan que para mitad del mes que viene se vuelva a escuchar la campana de largada en los hipódromos centrales, y también es positiva la sensación para Azul y Tandil, cuyas intendencias también ven con buenos ojos la reactivación. Son buenas noticias.

Todo lo dicho refiere a los circos bonaerenses, pues en Palermo la lejanía con las autoridades de la ciudad es un nudo difícil de desatar. Allí ya son felices si las máquinas tragamonedas pueden arrancar en septiembre y con gente acotada en sus salas, tal como sucedió antes del cierre. Y en lo turfístico el no tener habilitada su plataforma online propia es una traba, ya que sólo podría recoger apuestas desde las agencias lotéricas e hípicas, que también andarán a media máquina.

Paradojas de un país indescifrable en el que las cuestiones políticas muchas veces valen más que el bienestar de su gente. San Isidro, La Plata, Azul y Tandil podrían reabrir utilizando un sistema porteño, mientras allí aguardan el visto bueno…

Diego H. Mitagstein