El hijo de Endorsement derrotó a su compatriota City Bian en el G2 de Monterrico, y ahora podría ser una de las cartas peruanas para el Latinoamericano de San Isidro

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).- Se destapó. Si alguien tenía dudas de que erl argentino Radagast I (Endorsement) no podía estar a la altura de defender los intereses peruanos en el próximo Longines Gran Premio Latinoamericano (G1-2000 m, césped) va a tener que reconsiderar esa idea. Aunque todavía nada está dicho sobre la delegación peruana, lo que se vio hoy fue un sabroso adelanto de lo que nos podría traer la clasificación al internacional de marzo. 

El alazán fue un guerrero en el final del Clásico Ciudad de Lima (G2-2000 m, césped), pero también hay que convenir que tuvo en Renzo Rojas a un complemento ideal. A un partner que estuvo atento para leer la carrera en el momento de correrla y la sangre fría para definirla en un sitio donde casi nadie se atreve.

Top Scape (Cityscape), otro albiceleste, había marcado el paso teniendo a su lado a Toffee (Westow), que le fue a presentar batalla al inicio. Pero la yegua giró mal el primer codo y su jinete quedó desestribado, quedando fuera de carrera. Así, el puntero aprovechó para estirarse unos metros y tratar de meter a todos en su ritmo.

Metros antes, Rojas había apurado a Radagast I para no quedarse relegado en esos tramos iniciales y lo ubicó por una segunda línea, una acción decisiva para evitar complicaciones de tráfico. Luego, a falta de 1.200 metros, el jinete pisó el acelerador con el pupilo del Stud El Herraje, obligó a Yupanqui (Jet Black) a hacer lo mismo -lo tenía a su costado por los palos- y ambos se fueron a sorprender al puntero. Enríquez intentó defenderse con Top Scape, pero por más esfuerzos que hizo, solo le quedó mirar y esperar una mejor chance para atacar.

Cuando Radagast I se sacudió de Yupanqui y entró a la recta final, fue un derroche de valentía. Defendió su posición como un león, batallando en cada tranco, con un paso sólido, de buen corredor, que invita a soñar a su gente con un regreso por todo lo alto a las competencias internacionales.

Pero Augusto Olivares ha sido prudente en pedirles calma. Ha dado un paso importante en la ruta hacia ese sueño, pero la verdadera historia se escribirá el 9 de febrero, cuando le salgan al frente no menos de 4 ganadores de G1 y 7 Campeones a buscar estar entre los tres representantes peruanos en el Latino. Igual, se sabe que Radagast I está en la lista de preclasificados y, de darse el caso, podría sumarse al grupo de participantes si la comisión elegida para evaluar a esos caballos le da el permiso. Por eso que su triunfo de hoy también cuenta para respaldar su ya destacado palmarés.

Las escoltas merecen elogios, también. City Bian (Cityscape), que completó el 1-2 argentino, trató de jugar a la especulación, como ha sido su característica siempre, y apareció en la recta final desde el fondo para reclamar el segundo puesto en la meta, delante de un Milos (Yazamaan) que no tuvo la chispa inicial para correr más cerca, que giró muy abierto el codo final y que atropelló fuerte para perder el segundo puesto por un hocico. Sin duda, el Campeón del Césped 2018 bien puede haber quedado listo para volver a mostrarnos estas tardes de gloria.

Del resto, Nochero Bueno (ARG-Pure Prize) amagó, pero se estrelló ante ese muro enorme que fue Radagast I, mientras que Sensacionale (USA-Broken Vow) no lució en su mejor estado y quedó a medio grupo, aunque no muy lejos. El que renunció en la recta final fue Yupanqui del que queremos pensar que se sintió extraño en la grama y no haya sido un termómetro de lo que podrían hacer los juveniles frente a los mayores.

Néstor Obregón Rossi

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