Sobre los siempre electrizantes 1800 metros, el hijo de Roman Ruler enfrenta un reto complicado en el lunes de Palermo, enfrentando al doble G1 Power Up en la búsqueda de llegar al Longines Latinoamericano

Pocas distancias son atractivas como los 1800 metros; y, a la vez, casi que inexplicablemente, pocas distancias son tan poco usadas en nuestro país como los 1800 metros. En los Estados Unidos, es un tiro donde sobran las opciones, y, por ejemplo, entre las yeguas existen decenas de carreras de grupo donde ese es el recorrido, incluídos el Kentucky Oaks (G1) y el Breeders’ Cup Distaff (G1).

Cuando el Gran Premio General San Martín (G1) se resolvía sobre 18 cuadras, casi indefectiblemente, se armaba un carrerón, y una vez que esa prueba pasó a la milla y media y en el césped, el Clásico Perú (G2) quedó como su “heredero natural”, manteniendo aquello de reunir casi sin excepción lotes atractivos.

Este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo se disputará una nueva versión de la carrera homenaje al país hermano, manteniendo la máxima de generar una expectativa casi de gran premio, seguramente por esa característica de la distancia de reunir a muchos milleros “estirados” y a otro lote de fondistas que bajan un poquito en pos de un festejo importante.

Serán sólo 7 los participantes, pero aquello de calidad por sobre cantidad es evidente. La ocasión será perfecta como para medir a ciencia cierta la actualidad del bueno de Sandino Ruler (Roman Ruler), que tras un periplo poco productivo por las pistas de los Estados Unidos regresó al país y reprisó ganando fácilmente el Clásico Invierno, donde sus oponentes no estuvieron cerca de hacerle fuerza.

Justo es recordar que el zaino preparado por Roberto Pellegatta y Juan Saldivia se había despedido allá por septiembre de 2019 superando por 10 cuerpos a Dancing Again (Heliostatic) en el Clásico Italia (G3), cuando el G1 Alampur (Catcher In the Rye) quedó a otros 17 largos.

El gran objetivo de su gente es ver a Sandino Ruler corriendo el Longines Latinoamericano (G1) de octubre próximo en Maroñas, Uruguay, pero para seguir soñando con esa posibilidad un triunfo en el Perú será casi una obligación.

El camino es bastante más bravo para el candidato esta vez con respecto al invierno, por ejemplo, porque enfrentará al doble ganador de G1 Power Up (Key Deputy), que viene de llegar segundo en el Gran Premio de las Américas – OSAF (G1) y cuarto en el Gran Premio Estrellas Mile (G1). Será su primera gestión por encima de la milla y habrá que ver si la distancia no le queda larga, pero sus tabuladas tienen un peso tan grande que lo empujan hasta ser el máximo oponente para Sandino Ruler.

También es fuerte la presencia del parejo Es Torrent (Sidney’s Candy), que pudo haber tenido una suerte distinta en el mencionado Gran Premio Estrellas Mile ganado por Che Capanga (Manipulator), ya que debió cambiar de andarivel en el momento de la definición regalando segundos vitales. Como el anterior, será la primera vez que vaya a las 18 cuadras.

El de Chemin du Ciel no es un nombre menor, menos en este tiro donde alcanzó de potrillo el mejor triunfo de su campaña, cuando dio cuenta de Enfermizo Paradiso (Fragotero) en el Clásico Coronel Miguel F. Martínez (G3), antes de llegar lejano tercero de los campeones Miriñaque (Hurricane Cat) y Tetaze (Equal Stripes) en el Gran Premio Nacional (G1). Pero no sólo de “historia” vive el hijo de Equal Stripes, que acaba de caer por apenas media cabeza ante el G1 Hole In One (Heliostatic) en el Clásico Blend (L)…

Entre los que bajan de distancia está Perverso Dubai (E Dubai), cuyo fresco tercero en el Gran Premio Estrellas Classic (G1) entusiasma sobremanera. Ya un escaloncito más abajo quedan Le Rock (Le Blues) y Guest Seattle (Seattle Fitz), el primero aportando apenas un triunfo en su salida más cercana, y el veterano del Stud Nosotros mostrándose últimamente irregular.

Un carrerón el Clásico Perú, en una distancia que siempre genera expectativas y que, vaya a saber uno porqué razón, nuestros hipódromos usan de cuando en cuando…