El reconocido reportero gráfico vio ganar a su caballo en el miércoles de San Isidro
Cuando el turf se mete en la sangre, es un compromiso de por vida. Los caballos y la hípica son imposibles de soltar una vez que la pasión caló hondo. Y ni que hablar cuando se tuvo la suerte de que un caballo propio cruce el disco adelante; esa sensación única, indescriptible e inigualable termina de sellar el compromiso.
Juan Ignacio Bozzello es un personaje de los hipódromos. Gorrita calzada, sus fotos brillan en los medios -como Turf Diario- y los catálogos, pero el “bagre”, como lo conocen todos, se hace querer por sus locuras, sus salidas y su bondad. Imposible aguantar la risa cuando arranca con sus historias, desatando carcajadas de los 100 metros al disco…
Es uno de los muchos que siente el turf como una pasión. Y, por suerte, el bagre se volvió a dar un gran gusto en el miércoles de San Isidro, viendo como su caballo Cheke Volador (nombre simpático si los hay) se quedaba con la primera carrera del día, alcanzando su primer triunfo en siete salidas y con 2 cuerpos de ventaja, en sociedad con Matías Cullen, criador en su Haras La Catedral del hijo de Chuck Berry (padrillo que tuvo una destacada semana) y Canta Por Mí (Perfectperformance).
Osvaldo Dávila prepara a Cheke Volador, el caballo que volvió a hacer vibrar a Juan Ignacio Bozzello que, dicho sea de paso, se dio el gusto de sacarse la foto con muchos amigos y familiares, en un recuerdo imborrable que, vaya colmo, fue retratado por colegas…
Sobre Chuck Berry, habrá que decir que el de Cheke Volador fue el primer triunfo de unos de sus hijos en San Isidro, y el segundo en un lapso de dos días, tras la victoria que se llevó el lunes de Palermo Il Cato. El hijo de Grand Reward, que ganó la Polla de Potrillos (G1), tiene apenas 30 crías en competencia, con sólo 2 generaciones en edad de correr.
En materia de balance, la jornada en el Hipódromo de San Isidro consiguió una recaudación de 16.839.366 pesos, con un promedio mayor al millón de pesos, datos interesantes para tratarse de un miércoles.
