El hijo de Grand Reward dejó atrás 8 meses sin triunfos con una gestión llamativa en el norte

Enorme expectativa generaba el regreso a la media distancia del campeón velocista Elogiado en el Clásico Pedro Chapar (G3-1400 m, césped), la carrera que abrió el doblete gradual del sábado en el Hipódromo de San Isidro. Sin embargo, a la hora de la verdad, el que se robó todas las miradas fue El Consorte, construyendo quizás el mejor de sus triunfos, transformando un desafío complicado en un “stand up”.

Notable actuación la del hijo de Grand Reward y La Casoriada (Luhuk), que salió decidido a jugarse adelante desde el salto para no dejarse alcanzar nunca por sus adversarios, con una guía sin fallas por parte de Lautaro Balmaceda. En la primera parte controló todo bajo parciales de 28s10/100 y 50s79/100 y cuando hubo que acelerar respondió como era de esperar ante semejantes ventajas.

Disparó y terminó llegando a la meta con 4 largos sobre Pipi Don (Freud), que cargó por dentro para ser segundo en un muy promisorio bautismo clásico. A 3/4 de cuerpo, el gran favorito Elogiado completó la trifecta, después de soltar mal y de lucir enojado por un buen trecho. El tiempo fue de 1m22s40/100.

“Se dio todo como pensábamos, porque el caballo andaba para correr así, más allá de que era una carrera brava. La idea era correr así y por suerte pudimos llevar adelante el plan. Tiene sus cosas en la sanidad, y por ahí por eso se puso irregular. El día del G1 en Palermo tuvo problemas y poco a poco se fue poniendo a punto. Ahora estaba mejor que nunca y volvió a ser el caballo que siempre creímos que era”, contó Lautaro Balmaceda, feliz.

Cría de La Quebrada, El Consorte cortó más de 8 meses sin victorias y ahora luce dos cucardas de G3 en su campaña, ya que antes sumó el Buenos Aires, sobre la arena de Palermo. El futuro marca el Gran Premio San Isidro (G1), una prueba de fuego.