El hijo de Il Campione se quedó por 4 cuerpos con el Clásico Domingo Faustino Sarmiento (L), en los 2400 metros de arena

Bien interesante resultó la victoria de El Darwin (55 1/2 kg.) en el Clásico Domingo Faustino Sarmiento (L-2400 m, arena normal), la mejor prueba de otra tarde flojita de nivel en el Hipódromo de San Isidro, como casi todos los miércoles.En su primera gestión sobre aquella distancia, el alazán del Stud La Frontera continuó con su evolución, llegó a su victoria más importante y en un momento exacto para empezar a mirar de reojo las grandes carreras de final de temporada.

No es común que cuando se compite sobre una milla y media se corra “toda la carrera”, pero eso fue lo que sucedió esta vez, con El Darwin marcando el paso desde el palo de los 2000 metros, cuando relevó al frente al liviano Brullemail (Super Saver, 53), que hizo la punta en ese primer breve tramo. Quizás fue lo más interesante en la actuación del hijo de Il Campione y Brandha (Incurable Optimist), que luchó en el opuesto con Galán Galés (Expressive Halo, 59 1/2), lo despachó en la parte final del codo y en la recta se fue separando paulatinamente.

A la hora de cruzar el disco, fueron 4 los cuerpos que estableció sobre el alazán de Mamina, con Brullemail en la tercera colocación a otros 2 1/2 largos y tras meritorios 2m28s64/100 luego de establecer parciales de 23s73/100, 49s43/100, 1m14s37/100, 1m39s9/100 y 23s47/100.

Preparado en La Plata por Luciano Cerutti, El Darwin llevó en sus riendas a Francisco Leandro, que en los últimos 10 días consiguió varios triunfos en pruebas centrales, afirmándose al tope de la estadística general. Hermano materno de la doble ganadora de G3 en la recta Sommerwind (Sebi Halo) y entero de Es de Temer, que esta temporada fue segundo en el Old Man (G3) y cuarto en el Gran Criterium (G1), el héroe de la tarde se crió en el Haras El Paraíso.

Buena victoria de El Darwin en San Isidro, promisoria, como para darle a sus allegados la ilusión, por ejemplo de pensar en correr el Gran Premio Dardo Rocha (G1) en el Bosque, pasando quizás por alguna otra prueva preparatoria más exigente como para terminar de fundamentar sus expectativas.