Continuador de la línea paterna de El Prado, como Medaglia D’Oro y Kitten’s Joy, ganó el OSAF en 2018

Buen caballo Mateco, que se estrena por estos días como padrillo en La Mission Robles, donde comparte instalaciones con los campeones Asiatic Boy (Not for Sale) y Storm Mayor (Bernstein).

Con el apoyo de un sindicato, el hijo de Borrego e Implosión (Vision and Verse) buscará ahora repetir el notable éxito que alcanzó en las pistas, aún cuando la salud nunca lo ayudó. Uno de los mejores potrillos de su generación, el zaino fue tercero de Le Ken (Easing Along) e In the Dark (Mutakddim) a medio pescuezo y medio pescuezo en el Clásico Miguel Cané (G2) antes de sufrir una fractura de rodilla animando el Nacional (G1).

Ocho meses debieron pasar para que lograra volver a las pistas, reprisando imponiéndose en el Clásico Invierno, sobre 1800 metros. Sin embargo, lo mejor de su parte llegaría la última temporada, cuando después de vencer en el Clásico Botafogo (G3), en la grama de San Isidro, y de llegar segundo en el Haras Argentinos (L), hilvanó consecutivamente el Handicap Martinet, el Clásico Benito Villanueva (G2) y el Gran Premio de las Américas – OSAF (G1).

El día de su triunfo más importante volvió a sentirse de una rodilla, intentando el regreso en 2019, sin suerte en su única salida, recrudeciendo nuevamente su vieja lesión, motivando su adiós definitivo.

Continuador por línea paterna de la exitosa línea de El Prado (Sadler’s Wells), la misma de los fenomenales Medaglia D’Oro y Kitten’s Joy, Mateco ofrece una familia materna reconocida, en una de las ramas de la “I” de Abolengo, a la que también pertenecen el fabuloso Intérprete (Farnesio) o los ganadores de G1 Interaction (Easing Along), Il Mercato (Not for Sale), Don Incauto (Roy) y Don Inca (Candy Stripes). Con Mateco nace una nueva ilusión en La Mission Robles.