Sin decirlo, se dio por anulada la reunión que debería realizarse mañana; en una desprolijidad total, se dio margen para anotar hasta las 12 de este miércoles…

LA PLATA.- Fue otro día de movimientos este martes en la ciudad de las diagonales. Con alta aceptación se realizó una marcha hasta la gobernación, donde se entregó un petitorio para Axel Kicillof, el número uno de la provincia y el hombre que había prometido darle a la hípica el lugar que se merecía.

Mágicamente, y por suerte, ayer empezó a funcionar nuevamente el sistema y desde el Bosque se informó que hasta las 12 de hoy se tomarán las anotaciones para las jornadas a realizarse el 1 y el 3 del mes próximo, respetando las cartas de llamadas originales, aunque tampoco se sabe si los conflictos de fondo se arreglaron.

Está más que claro que todos quieren correr y el regreso de la actividad, pero desde los diferentes ámbitos se realizaron pedidos a la Administración sureña que eran motivo de preocupación, aunque no trascendió tampoco si se le dio solución; de no haber sucedido, ¿para qué se provocó semejante descalabro?

La Plata tiene que cumplir de forma efectiva las promesas que realizó al turf, y el turf tiene que ser coherente y mantener su postura si es que dichos pedidos todavía no encontraron eco. Un tira y afloje que de no aparecer las soluciones de base será una desprolijidad más que sólo tiene como víctimas principales a los propietarios, profesionales y personal de caballerizas.

Nada puede asombrar al respecto, la Argentina es así. Sin embargo, desde que el querido Bosque pasó a manos estatales la debacle ha sido pronunciada, llegando a su estado lamentable actual, transformado en un reducto de ñoquis y puestos políticos, con una cantidad de “empleados” que lo transforman en inviable, aún cuando se jugaran 100 millones de pesos por reunión. El Gobierno es una máquina perfecta de producir déficit, y se sabe que esa fórmula es una ruta directa al fracaso, y estrepitoso.

Con un fondo de reparación mensual que hoy ronda los 80 millones de pesos, más unos 300.000.000 que se apuestan mes a mes, La Plata debería ser un paraíso, una pista que se financie perfectamente y que mantuviera una estructura prolija y perfecta. Claro, cuando la historia pasa por transformarlo en lo que es actualmente, ninguna ecuación puede dar una cuenta positiva.

Está claro que nadie hará lo que tenga que hacer. Por lo tanto, será cuestión de esperar hasta el próximo evento negativo para el turf. Llegará pronto. Eso seguro.