Aunque pueda pensarse lo contrario, la primera edición de la carrera más importante para los caballos adultos en Gran Bretaña llegó sólo en 1951

BERKSHIRE, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- El King George VI & Queen Elizabeth Stakes (G1), que este sábado vivirá una nueva versión en Ascot, es desde hace algunos años la prueba más importante de cada temporada en Gran Bretaña para los caballos adultos en la distancia.

Sin embargo, contrariamente a lo que podría pensarse, lejos está en tener la historia tan amplia de otras competencias como el Epsom Derby (G1), el St. Leger (G1) o el Prix de l’Arc de Triomphe (G1) francés.

La primera edición del King George, a secas, como la mayoría lo conoce, no se corrió hasta 1951, hace 69 años, momento en el que comenzó a escribir con la velocidad del mejor sprinter un trajinar cargado de momentos emocionantes, únicos e inolvidables.  

Todo comenzó cuando se decidió unir dos competencias que se empezaron a disputar unos pocos años antes: el King George y el Queen Elizabeth, en una idea que tuvo como cabeza a John Cook Crocker Bulteel, mandamás de Ascot por aquellos tiempos y que soñó con organizar una carrera internacional sobre 2406 metros, una milla y media.

Sus primeras ediciones fueron duras, pero una vez que se consiguió el sponsoreo de la compañía de diamantes De Beer, todo cambió. La unión con esa empresa fue extensa y continuó hasta 2006, aunque el nombre de la carrera cambió al agregarse la palabra Diamond, previo permiso de la Reina Isabel, en 1975.

Aureole (Hyperion), Ribot (Tenerani) y Busted (Crepello) fueron algunos de los ganadores del King George en aquellos años iniciales, hasta que en 1970 el formidable Nijinsky (Northern Dancer) (foto), inscribía su nombre en el historial dándole un vuelco fundamental a la prueba.

Al año siguiente sería Mill Reef (Never Bend) el que continuaría la seguidilla de héroes de renombre para el incipiente clásico, con Brigadier Gerard (Queen’s Hussar) y el doblete de la gran Dahlia (Vaguely Noble) terminando de instalar al King George como un mojón imposible de pasar por alto para los mejores.

Desde entonces, el “rool of honor” pasó a ser integrado por otros cracks como The Minstrel (Northern Dancer), Shergar (Great Nephew), Dancing Brave (Lhypard), Nashwan (Blushing Groom), Lammtarra (Nijinsky), Swain (Nashwan), Galileo (Sadler’s Wells) y Montjeu (Sadler’s Wells) hasta llegar a Enable…

En la versión 2020 la hija de Nathaniel irá por una hazaña que ningún otro caballo consiguió hasta ahora: alzar por tres ocasiones el trofeo del King George VI & Queen Elizabeth Stakes. 

Los mencionados Dahlia y Swain comparten con Enable el lujo de ser bicampeones, pero ahora la yegua de Juddmonte Farms buscará dejarlos atrás en el historial de una carrera joven y que en muy poco tiempo escaló hasta la cima del turf mundial.