Roberto Pellegatta, su entrenador junto con Juan Saldivia, cuenta que “estoy tratando de cambiarle la cabeza” y que espera que compite en poco más de un mes

Por Simón Mitagstein

No es común que caballos que hayan estado trabajando como padrillo vuelvan al entrenamiento, pero ejemplos hay muchos. En nuestro país hay quienes recuerdan cerca en el tiempo los nombres de Keane (Equal Stripes), El Ruletero (Rule Britannia) u Hollín (Roy), que fue Campeón Velocista cuando sus primeros hijos ya había nacido…

La hípica nacional vive por estos días un nuevo caso de aquella “rareza” de la mano del crack Tetaze, que tras cumplir dos temporadas en La Mission Robles para Daniel Mautone y su Bingo Horse, hace ya un par de meses largos que está en su box de siempre de la hípica del Hipódromo Argentino de Palermo poniendose apunto bajo la atenta mirada de Roberto Pellegatta y Juan Saldivia, las hacedores de su éxito anterior.

“Su paso como padrillo no conformó, porque preñó, pero no el nivel que uno quisiera. Era muy reacio cuando se le presentaban las yeguas y mostraba poco interés en darles servicio, era algo así como que elegía a cual saltar. Por ese motivo se decidió devolverlo al training y en eso estamos…”, cuenta Pellegatta para luego agregar que: “El caballo no se apadrilló por eso para nosotros fue como si nunca se hubiera ido; volvió liviano, sano, y todo eso ayudó mucho, porque si regresaba demasiado ‘gordo’ el trabajo iba a llevar más tiempo para ponerlo a punto, quizás demasiado”.

Hijo de Equal Stripes y Delirada (Orpen), y actualmente con 6 años, Tetaze fue Caballo del Año de 2020 en nuestro país, consiguiendo sus triunfos más destacados en el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) de aquella temporada y en el Gran Premio República Argentina (G1), despidiéndose en 2021, aunque a su cuenta deben sumarse también los clásicos Eduardo Casey (G2) y Otoño (G2), sin olvidar que fue segundo en los grandes premios Nacional (G1) y Miguel A. Martínez de Hoz (G1), y tercero en la Polla de Potrillos (G1).

En 2021, Tetaze sirvió 38 yeguas, de las cuales 24 tienen sus crías registradas según la excelente página del Stud Book Argentino, cubriendo otras 14 en 2022, que esperan parir a partir de julio.

Vuelve a tomar la palabra Pellegatta y explica: ” Ahora está muy trabajado y se lo ve sano, voluntarioso y con un físico bárbaro. No es sencillo entrenar a un caballo que cumplió funciones de padrillo, así que estoy tratando de cambiarle la cabeza, que es la parte más difícil. Trabajó 1400 metros muy bien y también en un floreo sobre 2000 metros, pero cuando le dimos corrida sobre esa misma distancia no me gustó, así que le  hicimos un estudió, que no dio bien.Tenía el hematocrito muy bajo y el diagnóstico fue fatiga muscular, así que lo paramos unos días y le hicimos un tratamiento, pero ya está recuperado y vareando con normalidad”.

Sobre el futuro, el entrenador cuenta para los ansiosos: “El caballo va a correr cuando lo vea en óptimas condiciones, calculo que en un mes más o menos, y vamos a ver que nos ofrece el calendario. Rinde tanto en la arena como en el pasto así que estudiaremos lo que más le conviene”, aunque no oculta que el República Argentina siempre está en la mira…

Luego, confiesa que: “Lo que si tenemos claro, al menos hasta que haya un cambio de planes, es que va a tener otra oportunidad como padrillo, independientemente de los resultados que obtenga corriendo. Allá por agosto o septiembre será tiempo para que vuelva al haras para cumplir esa función. Las ilusiones con lo que pueda dar son muchas…”.