El hijo de Galileo es padre a la fecha de 27 ganadores, incluidos la G1 Mirta y el G2 Glorious Moment

Treasure Beach, uno de los líderes entre los padrillos de segunda generación de la actualidad, volverá en 2019 a la Argentina, luego de no haber viajado el año último desde los Estados Unidos. Será para prestar servicio en el Haras Cardenal (desprendimiento de Rodeo Chico y a cargo de Matías Villamil) y para el mismo sindicato que lo apoyó al cabo de las cuatro temporadas que trabajó en el Haras Abolengo.

Hijo del fenomenal Galileo y en Honorine (Mark of Esteem), el zaino que desarrolló su campaña de pistas para Coolmore, fue el primer ganador del Irish Derby (G1) en casi 100 años en llegar para la reproducción en el país, sin olvidar que también venció en el Secretariat Stakes (G1) de Belmont Park, en los Estados Unidos, y fue segundo a nada de Pour Moi (Montjeu) en el Epsom Derby (G1) inglés.

“Como era lógico por su genética y sus aptitudes, Treasure Beach empezó a sobresalir cuando el calendario y las distancias fueron avanzando, constituyéndose hoy en un caballo sumamente generoso, y no sólo en el césped como podía pensarse, sino también en la arena. Mirta ganó el Gran Premio Enrique Acebal (G1) y Glorious Moment el Clásico de la Provincia de Buenos Aires (G2) en la grama de San Isidro, pero el padrillo tiene también destacados resultados en la arena, con la muestra más cercana de Trae El Efectivo dando espectáculo el lunes para llevarse el Especial Julio F. Penna y La Renoleta manteniéndose invicta sobre esa superficie”, cuenta Nicolás Ojea Quintana, manager del sindicado.

De las 27 crías que han resultado ganadoras hasta la fecha, Treasure Beach tiene otros tres ganadores clásicos en Emiterio, el dos años Imperador y Danzarín, y otros nombres bien generosos como French Beach, Ventajero Soy, Frisco Beach, Fromm, Tesoro Millonario, Hidden Beach, Envido Real o Igual Estoy. En total, sus hijos han obtenido ganancias a la fecha por 15.741.603 pesos, siempre según los datos oficiales del Stud Book Argentino.

Con otras dos generaciones numerosas (87 y 82 productos, respectivamente), esperando para llegar a los rings, Treasure Beach va respondiendo a las expectativas que generó desde un principio, aunque la voracidad de un mercado que busca precocidad suele no ser generosa con este tipo de caballos.

Para ofrecer un dato comparativo, Treasure Beach tiene a la fecha apenas 5 hijos ganadores menos que Fortify (Distorted Humor), la sensación de los últimos tiempos entre los reproductores.

Rendidor al máximo durante su paso por las pistas y con una floreciente generosidad en la reproducción, Treasure Beach vuelve a constituirse en un nombre ideal para aquellos que tienen algo más de paciencia y que buscan trascender en las distancias clásicas.