Dante Pizzone, de 12 años, se dio el gusto de relatar oficialmente este lunes en Palermo, en una iniciativa del centro que encendió el cariño y la admiración de los aficionados

Cuando Gisco Daddy cruzó adelante el disco del Premio Briznoso un aplauso surgió espontáneo desde las tribunas del Hipódromo de Palermo. No tenía como destinatario al muy interesante prospecto de fondista que es el hijo de Southern Cat, sino a Dante Pizzone, que a sus 12 años se dio el gran gusto de relatar “oficialmente” una carrera en La Catedral.

Después de despuntar el vicio de entre casa, cuarentena y celular mediante, “Piki”, como le dicen sus amigos, se “apiló” en la atalaya de los narradores con Andrés del Padrone haciéndole la segunda y vaya que pasó la prueba. Con temple, y algo de nervios, le puso su voz a a esos 1800 metros que tuvieron 4 potrillos definiendo hasta los metros finales.  El “Y cruzaron el disco” se extendió por algunos segundos y Dante se sacó los auriculares, feliz, emocionado.

La iniciativa porteña, que recorrió de forma suculenta las redes sociales, fue para el aplauso y culminó con un reconocimiento para la “aprendiz” mediante la entrega de un diploma que fue tan reconocido por el burrero como su relato.

Dante Pizzone tuvo su día soñado en Palermo, entre mimos y felicitaciones, acompañado de toda su familia y con la satisfacción de volver a casa con el sueño cumplido. A Gisco Daddy no lo olvidará nunca y quizás su futuro esté en la misma atalaya que este lunes lo recibió con cariño y admiración.