El hijo de Lizard Island, que venía de fallar en el Gran Premio San Isidro, le ganó de atropellada y por 1 cuerpo a Eulario

Tras un mal paso en el Gran Premio San Isidro (G1), Tooru volvió a una categoría más accesible y llegó a la victoria más importante de su campaña. Fue en la milla del Clásico Embrujo (L-1600 m, césped normal), el turno más destacado de la tradicional reunión de miércoles en el circo del Jockey Club y que, por suerte, no tuvo en lo general un nivel tan bajo como usualmente sucede entre semana.

Cargando 54 kilos, el tordillo encontró el mejor premio para su larga y tenaz atropellada, poniéndose a correr de firme en las dos cuadras finales para torcerle el brazo al potrillo Eulario (Bodemeister, 54), que había dominado al promediar el derecho, cuando el puntero Splitwise (Treasure Beach, 55 1/2) ya había cedido tras correr al frente desde el salto.

Pablo Carrizo mostró su eficiencia de siempre sobre el caballo preparado por Pabo Sahagián, pues no perdió un metro junto a los palos, tuvo tranquilidad para aguardar en la retaguardia y no apurarse y también para esperar que se hiciera el huevo frente a las tribunas, cuando por algún momento su avance pareció comprometido.

El disco maró 1 cuerpo de ventaja entre el ganador y Eulario, con Pablinho (Hurricane Cat, 56) completando la trifecta a 1 1/2 largo, todo tras un tiempo de 1m35s36/100. En el lado del debe quedaron Fiolo Boss (Holy Boss, 53), quinto a 3 cuerpos, y Vespaciano (Daniel Boone, 60), octavo y anteúltimo, pues, si bien no terminaron lejos en materia de distancia, tampoco tuvieron protagonismo.

Defensor de la caballeriza As de Picas, de Gualeguaychú, y de la cría de Endrigo Gennoni y su Haras El Wing, Tooru había sido segundo en el Clásico Reconquista (L) y tercero en el Clásico Pedro Chapar (G3), antes de tropezar en el San Isidro, retomando aquí su andar ascendente.

El héroe del Clásico Embrujo es el ganador clásico número 29 que produce el generoso padrillo Lizard Island en nuestro país, y es la segunda cría de Of Roof (Cima de Triomphe), que supo ganar debutando a los 2 años en La Plata una de las clasificatorias del Clásico Precoces de 2015, en una familia que en aquella cabaña ya había dado a Thunder Baby (Thunder Gulch) y a la muy rendidora Jazz Bass (Portal del Alto).

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