Carlos Menditeguy continúa como cuarta generación el trabajo en uno de los haras emblema

La pasión se hereda en materia turfística; se traslada de generación en generación; de padres a hijos, y también a nietos. Muchas veces, por suerte, es eterna. El Haras El Turf es uno de los más antiguos de la Argentina y del mundo, desandando la cría del caballo de carrera desde hace muchísimo tiempo. Pero no sólo se trata de “seguir” para la cabaña de la que hoy lleva las riendas un entusiasta único como Carlos Menditeguy también pasa por seguir produciendo campeones.

Hace 110 años El Turf ganaba el Nacional con el emblemático Chopp (Penitente), completando la Triple Corona y con Julio Amadeo Menditeguy levantando la misma copa que este viernes tuvo la suerte de alzar su bisnieto Carlos con For the Top (Equal Stripes), todo un síntoma de vigencia.

“Es muy difícil ganar un Nacional… el último del haras había sido hace mucho tiempo -1974, con El Gran Capitán (Martinet)- y el primero con Chopp. Estas victorias siempre tienen un valor distinto al resto”, cuenta Carlitos, como le dicen todos,emocionado, sentido, con la mirada casi perdida en el horizonte ante el momento mágico.

Luego, lleva a las palabras lo que está viviendo: “Tengo una emoción enorme, porque esto es impresionante; todavía no lo puedo creer. Fort the Top siempre fue muy lindo potrillo y José -Mastellone, su propietario-, me pide siempre que le elija uno de los mejores productos del haras y, entre los Equal Stripes que había, era por lejos el mejor. Por suerte se lo llevó”.

Hace muchos años que la caballeriza S. de B. y El Turf son “socios” en el triunfo. Este año habían vivido otra gran emoción “a la par” y con otro Equal Stripes, pues Balompié se alzó con el Gran Premio de Honor (G1), en abril último.

For the Top estuvo cerca de no ser de la partida, y es el propio Carlos el que revela los detalles de una decisión que terminó de la mejor manera: “El potrillo no iba a correr el Nacional, porqué había salido de perdedor sobre 1800 metros y la distancia era una incógnita, pero cuando se lesiona Interboy (Asiatic Boy) la carrera queda abierta, y es ahí cuando José y Gustavo Romero, el entrenador- decidieron que había que correr. El caballo llegó sin una preparación adecuada para una carrera como es el Derby, porque son 2500 metros durísimos, pero tenían razón ante la demostración que hizo. Fue espectacular, vino cerca, encimando, y cuando encontró el hueco por dentro el caballo se desprendió con mucha autoridad. Me dijeron que echaron 2m33s y pico, es muy bueno…”.

El criador se “mete” un poquito más en el haras y explica: “La madre, Felicitas One, es una Bernstein (Storm Cat) que en su momento cambié tomándola por un producto como vale. Ya nos había dado un propio hermano de For the Top muy buen caballo que se llamaba Fade Out, ganador de nueve carreras y place clásico. La yegua tiene una potranca propia hermana de Fort the Top que se llama Fajitas y un macho por Galicado (Easing Along) al que le pusimos Fone, así que estamos muy esperanzados por lo que viene”.

Queda ya sobre el cierre de la charla una obvia referencia a Equal Stripes, el fantástico padrillo que terminaría la tarde ganando los dos G1 en Palermo: “Lo que está haciendo es impresionante, creo que sus hijos ya ganaron 16 grupos uno, que es una enormidad. Cuando Equal Stripes fue retirado sirvió su primera temporada en El Turf, en 2005, por eso también es todo muy especial para nosotros…”.

Nada menos que 110 años mediaron entre aquél triunfo inicial de Chopp hasta llegar a la consagración de For the Top, con el dato en común de El Turf, una de las cabañas que forjaron la base del turf argentino y cuya vigencia es realmente fabulosa.

Simón Mitagstein